'Yo', la autobiografía de Elton John

Sin temor a equivocarme, creo que Reginald Kenneth Dwight es uno de los personajes que tanto a nivel estético, social, y político más se posicionan diametralmente a mis gustos en una hipotética escala de valores. Bueno, quizás él y su gran amigo Freddy Mercury. Dos artistas que bien podríamos calificarlos como self-made artists que cosechan el beneplácito del público con tan solo emitir el primer gorgorito, y que yo nunca he llegado a entender.

Dejando apartado el tema gustos, que es zona pantanosa para enzarzarse en disputas inocuas, Elton John es más que un artista (que lo es, sin duda, y además de capital importancia para entender la música popular de los últimos cincuenta años) un personaje que parece salido de un vodevil; un hombre que se desliza por sus luces y sus sombras con un descaro y un desparpajo que da gusto. De esta visión descreída de su vida como artista nace este magnífico libro de memorias de John ha editado de la mano del excelente periodista inglés Alexis Petridis, que es quien a puesto sobre el papel la azarosa carrera artística del de Middlesex.

Yo (Random House, 2019) repasa la carrera de un icono de la música pop que empezó en la década de los 60 fogueándose con un grupo llamado Bluesology por los pubs de su localidad natal, la lúgubre de Pinner, haciendo versiones de sus ídolos, léanse Elvis Presley, Little Richard (del que amuló su forma de tocar el piano de pie), o Bill Haley, e incluso llegaron a telonear a grandes como Patti LaBelle And The Blue Bells. El rock supuso cortocircuitar con todo lo que hasta ahora se escuchaba en la radio, era la forma de llamar la atención por parte de la juventud, y dar un toque de atención a tus padres: aquello que sonaba en la onda corta era una mierda sin sentido, nosotros veníamos a cambiarlo todo.

Elton John creció en el seno de una familia peculiar, podríamos decir. Su relación con su madre Sheila Eileen y su padre Stanley Dwight fue siempre tortuosa. El destino le deparo con el tiempo un distanciamiento con ellos, y la relación materno filial lo marcó de por vida, para mal huelga decirlo. Comenzó sus estudios de piano en el conservatorio de la Royal Academy Of Music, aunque pronto acabaría dándose cuenta de que el academicismo de las aulas no estaba pensado para él. El rock era lo único que fluía por sus venas.

En una audición que resultó fallida para una disquera conoció a Bernie Taupin, que sin lugar a dudas fue el artífice que que el compositor de “Candle In The Wind” se haya convertido en una leyenda. En el libro se cuenta cómo el flechazo entre los dos fue inmediato, y encerrados en una habitación, Bernie escribía las letras a velocidad del rayo, y Elton las revestía con las armonías necesarias. De esa unión inquebrantable de talentos salieron una ristra interminable de hits imperecederos para el gran público: 'Your song', 'Tiny dancer', 'Levon', 'Rocket man', 'Bennie and The Jets', 'Circle of life', entre otras.

Reseña del libro "Yo" sobre la biografía de Elton John.
Portada de "Yo".

Es un texto lleno de anécdotas sobre el carácter excéntrico y esquizoide de nuestro hombre. Un personaje que descubrió su homosexualidad a una edad ya avanzada, y que su amaneramiento fue un símbolo disruptivo para la época (también estaban volando los cimientos del gusto “bien pensante” gente como Marc Bolan o David Bowie). Adicto a los trajes estrafalarios, era capaz de salir al escenario con atuendos imposibles: que si de Pato Donald, que si de árbol de navidad con cientos de bombillas, que si con plataformas que retaban a la gravedad…

Comprador compulsivo también, era capaz, después de esnifar buenas cantidades de coca e ingerir alcohol, comprarse un tranvía en Australia, o coleccionar cuadros carísimos, muchas veces asesorado por su amigo Gianni Versace. Su poder de autocrítica queda de manifiesto cuando se desnuda ante el lector y explica capítulos de su vida más personal en el que la droga y el alcohol casi acaban con su vida, y al final uno tiene la sensación que el mito creado alrededor de su figura es pura ficción. Una ficción que llegó a crear un simulacro de vida, que Sir Elton John explica con mucha guasa y no tomándose mucho en serio.