Umberto Palazzo / L´Eden dei lunatici

El ya veterano músico y DJ de Vasto (Italia), fundador en su momento de los aguerridos Massimo Volume, vuelve a la carga con un disco de ocho canciones - que saldrá publicado en vinilo en noviembre con edición muy limitada - de título 'L´Eden dei lunatici' y que nada tiene que ver con el folk-rock áspero del anterior LP bajo su propio nombre: 'Canzoni della notte e della controra'. Aquel era un denso y desértico tratado de canción fronteriza que destacaba sobre otros discos de su generación con canciones cómo 'Cafè chantant' o 'Luce del Mattino', con las que jugaba a ser un Fabrizio De André arreglado por el Ennio Morricone de las películas de Sergio Leone.

Portada de 'L'Eden dei lunatici'

Más allá de sus incursiones en la banda sonora o su participación en proyectos de mayor o menor entidad (Santo Niente, El Santo de Nada), el Palazzo del ahora ha optado por desprenderse de aquella densidad para facturar un cancionero pop con ribetes de soul despeinado y funk ligero que, al escuchar melodías como 'La Baia' o 'Rita Qualcosa', dibuja inmediatamente una sonrisa en el oyente, quien quizás acabe pensando en un cruce imposible entre el Mac DeMarco más juguetón y el Lucio Battisti del 'Io tu noi tutti' (1977).

Un sonido que en su mayor parte acaricia de manera falsamente ingenua y que no esconde su afán retro (que quiere sonar como el funk latino que impregnaba el grueso de los discos editados en Italia a mediados de los 70) - como sucede con los arpegios bailables del single 'Il Moscone' - relacionando la labor compositiva de Umberto Palazzo con su trabajo como DJ de fuste en la noche italiana; pero que a su vez esconde, cual Erri de Luca en fase sonora, un entramado de textos que hablan con nostalgia del pasado infante junto al mar y las oportunidades que la vida quita y da a lo largo de los años.

Cajas de ritmos tirando a anacrónicas, bajos eléctricos embriagados de groove y funk con aire trasnochado, melodías propias del yacht pop, guiños al "cuando calienta el sol" de Los Hermanos Rigual y una actitud a vuelta de todo que en canciones cómo 'L´Eden dei lunatici', con su melancolía de postal y puesta de sol o 'La Riviera', trazada con un ritmo casi atropellado, deja momentos para la gloria absolutamente inesperados.