The Posies: "La única forma de vencer a la apatía es mediante el compromiso"

Jon Auer y Ken Stringfellow son The Posies. Foto: Dot Pierson

Ente único, arrollador a la hora de conjugar el ruido y la melodía. Pop vitaminado que no rehuye de la delicadeza sin perder un ápice de energía. Canciones redondas, discos majestuosos trenzados con mimbres básicos (guitarra, bajo, batería, ocasionales apuntes de teclados) pero que en triadas tan gloriosas como 'Frosting on the beater' (1993, Geffen Records), 'Amazing disgrace' (1996, Geffen Records) y 'Success'(1998, Pop Llama) han sublimado el arte de la canción y han conseguido convertir sus sets en directo en liturgias ineludibles para el seguidor convencido y en bautismos de fuego para el neófito. Treinta años de trayectoria amparan a The Posies, una banda surgida allá por 1988 en Bellingham (Washington), lugar desde dónde atisbaban el olor a rock duro y cavernoso que empezaba a asomar la cabeza con el grunge de su vecina Seattle, y del que tomaron prestado ciertas dosis de contundencia, mientras su corazón melódico latía al ritmo de las canciones de aquel genio llamado Alex Chilton y sus fabulosos Big Star. Una larga trayectoria que celebran con una extensa gira por Estados Unidos y  Europa y la reedición de gran parte de su obra remasterizada y convenientemente anotada. Una ocasión única para que podamos hablar con Ken Stringfellow, una de las dos cabezas pensantes de la banda junto a Jon Auer.

Estar en una banda de rock de una manera sólida y duradera os ha permitido, entre muchas otras cosas, viajar por el mundo y compartir vuestra música con todo tipo de público. Esta extensa gira es como una celebración de todo ello, ¿no es así?  

Es un agradecimiento a todos los que nos han apoyado. Y una prueba de que todavía estamos aquí, inflexibles, 30 años después de nuestros humildes comienzos.

Muchos fans consideran que una banda no debería durar más de 15 años. Está claro que no piensas lo mismo, pero ¿crees que hay una fórmula para que la apatía no llegue a hacer mella en un proyecto?

Creo que el gran arte tiene sus propias excepciones y estoy contento al haber podido ignorar los prejuicios ageist que han sido condicionados hacia nosotros por el marketing y otras manipulaciones. La única fórmula para vencer a la apatía es mediante el compromiso. Diré que nuestra banda no tiene obligaciones económicas, no necesitamos a los Posies para sobrevivir. Por lo tanto, no tenemos que recurrir a las formas más sencillas y relajadas para poder garantizar los ingresos. Somos libres. He diseñado toda mi vida para tener la mayor libertad posible.

Los críticos a menudo mencionan 'Frosting on the beater' o 'Succes' como las obras clave de vuestra discografía, pero considero particularmente 'Amazing disgrace' como el ejemplo idílico de vuestro sonido, con una audaz conjugación entre el poder evocador del melodía y la fiereza de las guitarras sin olvidar una cierta sutileza. Este álbum no se puede encontrar en plataformas digitales como Spotify o Apple Music en España. ¿Algún tipo de problema con Geffen o la licencia?  

Universal tiene los derechos digitales para el mundo, no sé por qué no está disponible en todas partes. Es un gran álbum y, dado que existe este problema digital, una razón más para hacerse con el LP y el CD remasterizados y reeditados a través de Pledgemusic.

En el sitio web de la banda hay una sección dedicada tanto a Jon Auer como a ti. Está claro que los dos fuisteis los que manejasteis el cotarro durante 30 años. Entiendo que has tenido tus diferencias creativas con Jon, lo cual me parece muy normal en un contexto de confianza. ¿Crees que la sinceridad y ser capaz de refutar las decisiones en una banda mejora la creatividad? ¿O, por el contrario, la armonía es el mejor de los motores?

En este punto manejamos bien nuestras diferencias. Siempre fuimos más armoniosos de lo que nos dimos cuenta, solo los problemas personales estaban pudieron nublar ciertas circunstancias. Tenemos ciertas creencias centrales similares que se superponen lo suficiente como para formar una estética muy fuerte y bien definida.

En tu caso particular, el equipaje es muy amplio, desde tus proyectos en solitario e incluyendo el tiempo que estuviste en Big Star, REM, White Flag, o el trabajo en la producción de álbumes de artistas jóvenes como Ramirez Exposure. También, durante todos estos años, las circunstancias vitales habrán afectado en vosotros, especialmente en casos como la muerte de Darius Minwalla (ex baterista de la banda). ¿Qué crees que influye más al componer y tocar canciones, la experiencia artística o vital?

Cuando estoy escribiendo, siempre se trata de algo vital, aunque no todo lo que escribo es de no ficción o biografía. Soy fanático de mucha música, pero también tengo límites personales en los que prefiero escuchar mis propias ideas y puntos de vista sobre mis observaciones, y no quedar atrapado en la imitación de las cosas que me rodean a nivel musical.

Los jóvenes contemporáneos, en general, son entusiastas de la música rítmica, el baile y los sonidos urbanos. Parece que la melodía ya no tiene el poder que alguna vez tuvo. ¿Crees que es cíclico y que las guitarras y las voces volverán a recuperar las raíces que lograron en la época de los Beatles o Beach Boys o solo será algo que un club de gourmets selectos defenderá?

Necesitas escuchar más la radio: hay innumerables melodías pegadizas en la música popular contemporánea. Mi hija de 14 años me las canta todo el tiempo. Al final, la melodía es lo único que puedes recordar de la música.

España es uno de los países favoritos en lo que respecta a la defensa de vuestras canciones en concierto. Aun así, y tal y como podemos observar en el cartel de esta extensa gira, optáis por tocar en salas y no en la abundante oferta de festivales que a día de hoy florecen en nuestro país. ¿Es una cuestión de principios o es solo por temas de agenda?

(Ríe) No elegimos dónde estamos invitados. Si los festivales nos invitaran, tocaríamos en ellos. Y lo hemos hecho a lo largo de los años. Si quieres vernos en tu festival favorito, haz ruido, solicítanos a través de Twitter, Facebook...

30 años de canciones dan para ofrecer un show bien completo. ¿Habrá lugar para la sorpresa o todo será tan medido como en las gigantescas giras de conciertos de U2?

Creo que ya sabes, si conoces la trayectoria de nuestra música, la respuesta a esta pregunta ...

Aún así, y habiendo compartido escenario con referencias como Michael Stipe, tendrás claro que un concierto siempre tiene algo de teatral, de puesta en escena con la que utilizar ganchos para que el espectador no dude. ¿Es así?

Bueno, creo lo nuestro tiene algo de teatral, tal vez más como los Kinks que REM. REM es una banda con un cantante principal sin instrumentos. Los Kinks son dos hermanos que echan mano del conflicto y el humor, y de una forma literaria de expresión. Eso suena como los Posies: aunque, en nuestro caso, Jon y yo no somos hermanos por cuestiones de sangre, sino por experiencia.

¿Sueles invocar a los dioses (Alex Chilton, Brian Wilson o Ray Davies) para consultarles si podrás celebrar otros 30 años con The Posies?

Es posible. Tendré 80 años...el futuro no está escrito.