The Babadook: La interpretación de Essie Davis compensa la desazón y el ritmo lento de esta película de terror

Fotograma de The Babadook.

Siguiendo la estela del dependiente de la tienda de cómics de Los Simpsons toca ser destroyer con la siguiente película.

El film en cuestión es The Babadook, película precedida de una excelente crítica en el Festival de Sitges, llevándose incluso un premio del Jurado y otro a la actriz principal. Muy, muy merecido bajo mi punto de vista.

Evidentemente, con tan buena carta de presentación de Sitges, es normal que cualquier cinéfilo del terror se emocione ante un cine que, salvo excepciones buenísimas, tiende a fagocitarse en tendencias y remakes que están agotando el género.

La película ha tenido críticas tanto de un extremo como del otro y es difícil posicionarse en una justa medida. Pero, la verdad, esta vez me arrepiento de no haber hecho caso a las críticas negativas y haber tirado el dinero en una entrada de cine.

Centrándonos en la película, nos encontramos ante una viuda atrapada en un trabajo monótono y por un hijo que le produce sentimientos contradictorios al hacer responsable de la muerte de su marido inconscientemente. Un niño hiperactivo y tan histriónico como Jim Carrey que nace justo el día que muere el marido. La verdad es que hace una entrada "a lo grande".

Un buen día, su hijo le advierte que hay "algo" en la casa y que él la defenderá de ese monstruo. Ella ignora esas "supuestas veleidades fantasiosas" de su hijo, pero el niño hace gala de un gran ingenio inventado todo tipo de armas caseras.

A medida que pasa el tiempo, el carácter del niño va empeorando con ataques de pánico e histeria que van desbordando a la madre, pero poco a poco ella también va viendo que hay algo en la casa que les amenaza y que no parece dispuesto a irse.

La sinopsis promete, y tiene todos los ingredientes para hacer una película de terror épica, pero se desfonda sin producir lo que todo film de miedo tiene la obligación de hacerte sentir: la desazón permanente.

A nivel interpretativo, el trabajo de los actores es absolutamente excelente, sobre todo el de la sufrida madre, Essie Davis, que hace un papel magistral al mostrarnos el tránsito a la locura que le lleva el Babadook.

La gran pega de la película viene en el ritmo de la misma, y eso en un largometraje de terror es bastante importante; si haces una película lenta olvídate de enganchar al público.

Pongamos de ejemplo 'Alien'. Nuestro monstruo tarda en salir y sale poco, pero el clima de tensión e incertidumbre siempre está ahí. En esta película que nos acontece, el Babadook tarda en salir y el clima y los ruidos lejos de agobiar no producen la suficiente tensión.

En resumidas cuentas, me quedo con el descenso a la locura de la protagonista, impecablemente interpretado, y la reflexión sobre lo importante que es el amor incondicional para hacer frente a cualquier miedo o, mejor dicho, a los propios fantasmas; que a fin de cuentas es lo que más necesitaba nuestra protagonista y el Babadook le hace ver.

El antecedente de esta película fue un corto de la directora llamado 'Monstruo'. Véanlo antes de alquilar o ver la película en el cine. Es mi recomendación sincera.