Sintetizar la inabarcable (aunque poco prolífica teniendo en cuenta los años que abarca) trayectoria de Scott Walker en una lista de canciones compuesta por diez cortes, es una tarea esencialmente imposible. Aún así, y sustentando el criterio selectivo a su relación con una discografía que alcanza más de cuatro décadas, francamente intensa y marcada por la astucia, la intuición y la integridad artística y complementando la mirada con el imprescindible documental '30 Century Man' , que pone el acento en el proceso de mutación de un músico total cuyo devenir resultó paradójicamente inverso a la mayoría de los grandes artistas de su generación, todo es poco para rendir un pequeño homenaje al músico nacido en Ohio pero de nacionalidad británica. En el inicio de su carrera llegó a ser ídolo de adolescentes que sucumbían a su timbre profundo mientras defendía el repertorio de The Walker Brothers, en la cima de su popularidad familiarizó a su público con el barroquismo y los excesos dramáticos de la chanson y el universo de Jacques Brel, mientras anticipaba su tendencia a la reclusión y se aproximaba a la vanguardia con una visión tan particular como turbadora y amenazante. Una proeza al alcance de muy pocos, cuya persistencia tiene y tendrá lugar en la obra de otros. Esculpiendo su propio tiempo más allá de la muerte.

Scott Walker.