Con tan solo dos discos publicados, Carlos Prida, trasunto real de Charlie Mysterio, se ha convertido en figura fundamental del mejor pop en castellano. Este Joe Meek de Lavapies, esteta compulsivo, coleccionista de sonidos y eterno huidor de los focos, ha facturado un disco sublime y de título evocador, 'Esconde Tus Alas En La Torre Fantasma' (Discos Walden, 2014), favorito entre favoritos de esta revista en 2014. Doce años han transcurrido entre 'Los Caramelos y Charlie Mysterio 1988-1999', su álbum de debút, y Los Caramelos (Bobo Integral, 2014), el EP que precedió a su último disco. Más de una década en la que Charlie Mysterio ha seguido jugando con la música mediante diferentes manifestaciones, en bandas como La Ruleta China (junto con Fernando Márquez, El Zurdo), Capitoné o Consulado Oscuro. Recientemente ha editado 'Los Caramelos EP' (Discos Walden, 2014), reafirmando un retorno prolífico para regocijo de sus fans más acérrimos. Dejemos que hable el señor Mysterio.
Joe Meek pasaba horas y horas inventando sonidos e imaginando instrumentos imposibles, en parte, por pura evasión. En tus canciones detecto detalles que me recuerdan a sus grabaciones. ¿Son Los Caramelos la maniobra de escapismo perfecta para Charlie Mysterio?
¡Caray! Ya de entrada me sacas a uno de mis máximos referentes...Ahí es nada. Le conocí por un monográfico por entregas de Juan de Pablos hace ahora un par de decenios. Entonces la obra de Meek era difícil de hallar. Su nombre me sonaba tan solo por una canción que le dedicó Graham Parker, quien en una entrevista citaba un interesante documental de la BBC sobre el genio, hoy fácil de localizar en el Tubo.
Otro gran "Meektologo" es el no menos grande Sonic Boom, no dejéis de leer sus reseñas sobre el mago de Holloway Road. Personalmente creo que Meek trataba de dejar un mensaje oculto de sonidos en clave que aún debemos descifrar. Escuchaba otros mundos. Joe Meek fue un demiurgo del rock, uno de los illuminati; tal vez el único punto en común con sus gloriosas producciones radica en que las mías también son de bolsillo. Ese es el posible factor común, pero ni eso. Ni comparables en imaginación, ni mucho menos en pericia técnica. No hay que olvidar que Meek es un hombre del Renacimiento en el estudio: ingeniero de sonido, productor, arreglista, compositor, diseñador de efectos de de preproducción e inventor de material de grabación (como sus misteriosos compresores verdes), entre otros. Por supuesto, el alejamiento de la gris realidad que tan bien señalas es más que evidente ("alas de algodón", que dirían las gloriosas Vainicas (Vainica Doble)); todos sabemos que la música posee un efecto balsámico y reparador para toda clase de males, siendo también un viaje singular, un laberinto, una alfombra mágica, un billete de ida sin retorno. Pienso en la música como un corredor infinito de interminables puertas por donde vagar y curiosear. Así que es ciertamente el juego del escapismo perfecto.
Cuánta gente habrá imaginado sonidos a lo largo de la historia...¿Cómo se generarían las primeras notas musicales? Yo pienso, por pensar fantasear y perder el tiempo en naderías, que el hombre primitivo escuchó música en la naturaleza y luego trató de imitarla; luego partiría de un juego, de un símil, de un artificio. La música es una mascarada. Me encantaría saber si el lenguaje musical codificado fue anterior al lenguaje humano y su posterior gramática escrita. Creo que, como la pintura, llegó siglos antes de que el hombre pronunciase la primera palabra.
La música es una mascarada. Me encantaría saber si el lenguaje musical codificado fue anterior al lenguaje humano y su posterior gramática escrita. Creo que, como la pintura, llegó siglos antes de que el hombre pronunciase la primera palabra
En el anterior disco 'Los Caramelos 1988-1999', al tratarse de una recopilación de maquetas, el sonido resultaba disperso, algo que, de todas maneras dotaba de gran encanto al conjunto. En 'Esconde tus alas en la Torre Fantasma', aún contando con 18 temas (algunos no tan nuevos), fluye una sensación de uniformidad ¿Es algo intencionado? ¿Cómo fue la producción del álbum?
Como te decía antes, de bolsillo. Trabajo en un cuatro pistas portátil, a pilas y casi todo lo grabo en mi habitación con muy pocos medios. Y el consiguiente enfado vecinal, especialmente cuando le pego sin piedad a los tambores de mi sufrida batería.
A veces con mejores, otras con peores resultados (suele suceder lo segundo). Pero sin postproducción ni computadoras de por medio. Se trata de lograr un sonido crudo, natural y atemporal. Ese es el objetivo, aunque soy consciente de lo lejos que me encuentro de lograrlo. Pero todo se andará, a base de prueba/error, tal vez con mejores medios en un futuro no remoto, cruzo los dedos... La uniformidad es otra de las metas, sin duda. También lejana, a otra galaxia; perdura aún esa inevitable dispersión que debe ser mi constante vital, una zancadilla en toda regla. El único hilo invisible que entrelaza las canciones es su inmediatez, fueron grabadas en pocos días consecutivos, son la foto fija de un momento preciso. No por nada especial, solamente por tener poco presupuesto y tener que espabilar y no andarse con rodeos. Bien visto lo de los temas viejos, pero me apetecía de alguna manera que no se quedaran como simples demos y tuvieran digna presencia en los microsurcos.
Y ya basta hablar de ese disco, ¿no? ¡Menudo rollo para los lectores!
Anoche me di un paseo por un Madrid helado y escuché una vieja canción que hacía tiempo que no disfrutaba. Se trata de -no se asusten- Tears for Fears. Es un grupo que simboliza muy bien los 80, esa década ampulosa que parece no marchar jamás. Cada vez que me dicen que vuelven los 80 me entra urticaria. Si escuchas 'Shout', todo lo que te resultaba novedoso entonces hoy suena a chiste. [pull_quote_right]No hay nada original en Los Caramelos: somos un grupo copiota, bastardo y tramposo, como sabe todo el mundo[/pull_quote_right]Tan efectista y sobreproducida, con ese chorro vocal y destilando semejante euforia, signo inevitable de esos tiempos. Pero no escuché esa, tan manida y machacada. Elegí la gloriosa 'Sowing the seeds of love' (1989), tal vez sea la cumbre del dúo. Invito a los lectores a aventurarse en tan laberíntica y envolvente canción, que parece compuesta de LSD. ¿No es el mayor homenaje que existe a los Beatles ácidos de la era 'Magical Mystery Tour'? En un plano más sencillo recuerdo a Kevin Ayers homenajeando constantemente 'I am the Walrus', que aparece ya citada en su primer LP, 'Joy of a toy' y hay guiños en varias de las canciones que conforman su último y fabuloso disco de despedida, 'The unfairground' (2007), elegantísima manera de decir adiós discretamente la de este bon vivant angelical al que nunca vamos a olvidar.
Yo no encuentro que la vida ofrezca ningún camino luminoso, más bien parece una carrera de obstáculos y claroscuros. En la densidad del bosque se encuentra la soledad del joven samurái
Volviendo al excesivo dúo ochentero, pienso que 'Sowing the seeds of love' es un zeitgeist (periodo socio-cultural) que resume y cierra esos (años) 80 finiquitados, consumidos, agotados, autofagocitados en sus manierismos, a la vez que profetiza unos 90 nada placenteros y tremendamente sombríos. Se avecinaba tormenta y se respira a lo largo de los seis minutos largos del caleidoscópico hit, que no contiene ni un compás aburrido. Fascinante. Es un interesantísimo pliegue, fin de fiesta decadente sobre el que tipos sesudos como Greil Marcus podrían escribir un jugoso ensayo... ¿Qué piensas?
Casi todas las canciones, exceptuando unas pocas como el instrumental 'La cuestión de Berlín', suenan íntimas y cercanas, como si quisieras contarle algo al oído al oyente ¿Buscabas algo de esto con el sonido del disco?
Persigo aquello que encuentro sin esfuerzos en mis máximos ídolos del pasado: Alex Chilton, Kevin Ayers, Ray Davies, Lou Reed, Lawrence, Bruno Lomas, Nick Drake, Steve Harley, Chris Bell, Antonio Vega, Alan Vega, Tony Joe White, Julio Iglesias... Transparencia comunicativa.
Pero no te engañes, no hay nada original en Los Caramelos: somos un grupo copiota, bastardo y tramposo, como sabe todo el mundo.
No nos prestes la más mínima atención porque no la merecemos.
Las mujeres del disco: la Minerva de 'Hada embalsamada', La Chica del 600 blanco, Silvia Kouski, Carmen... resultan fascinantes. ¿Cuánto te interesa el universo femenino?
Me resultan fascinantes, claro; las japonesas ya ni te cuento. Y si encima leen mucho, doblemente peligrosas.
En mi barrio, Lavapies, son especialmente letales. Por eso me encierro en casa toda la semana y no piso apenas la calle.
Me encanta crapulear y trasnochar, es altamente inspirador. Soy rockero insomne y encima vivo en el centro. Siendo un calavera encuentro que mi cerebro humano se tonifica cuando los interruptores activan las bombillas del pecado
Algunas del disco son reales, otras no son invención mía. Sylvia Couski es la protagonista de un divino filme parisino (1974) de Adolpho Arrieta, por ejemplo. Y Francesca Woodman una fotógrafa y mística estadounidense que se suicidó muy joven en 1981, en plena flor de la vida y del talento. Su obra es arrebatadora; por casualidad di con una exposición cuando aún no era tendencia y cita barata de gafapastas.
Aunque, pensándolo bien, tal vez las otras mujeres sean únicamente producto de mi febril imaginación y no exista en realidad ningún tinte autobiográfico. Mi vida es más aburrida de lo que aparento.
Observo en algunas letras una pretensión de alejamiento de los peligros de la noche y cierta querencia por caminar por el lado luminoso de la vida, como en por ejemplo 'Un paseo en bicicleta'. ¿Es el disco de madurez de Los Caramelos?
Todo lo contrario. No existe un ápice de madurez ni una invitación explícita a alejarse de los vicios. En el infierno no se está tan mal, como bien sabes.
Yo no encuentro que la vida ofrezca ningún camino luminoso, más bien parece una carrera de obstáculos y claroscuros. En la densidad del bosque se encuentra la soledad del joven samurái.
Pero la noche es lo bueno, me encanta crapulear y trasnochar, es altamente inspirador. Soy rockero insomne y encima vivo en el centro. Siendo un calavera encuentro que mi cerebro humano se tonifica cuando los interruptores activan las bombillas del pecado. Las neuronas se me encienden ipso facto con esas primeras luces y acudo cual zombie o vampiro al reclamo de bares de strip-tease y whisky barato que frecuento.
Acerca de las insanas bicicletas, me asaltan mil dudas. Con la agresiva boina de contaminación flotante sobre la capital no encuentro que hoy sea el medio de transporte más indicado. La alcaldía de Madrid debería proteger mejor a sus ciudadanos. Tal vez hay que guardarlas en el sótano hasta que el aire sea limpio y respirable, ¿no te parece?
Las letras de tus canciones contienen multitud de referencias tanto literarias como cinematográficas, conformando un juego en que el sólo el oyente más avispado puede acceder a participar. Esto no es muy habitual en el pop actual. ¿Pretendes marcar distinción o es por puro placer?
Es por fastidiar, únicamente. Ya que no tengo nada que decir que al menos suene todo enrevesado. Pero me gusta que pongas sobre el tapete el asunto del juego, pues siento fascinación absoluta hacia todo lo lúdico y su imaginería. En otra vida fui ludópata, en esta me tocó el vicio de la música, que no es poca cosa, igual de adictivo y caro. De elegir vivir en una película me pido ser Lawrence Olivier en 'La Huella'.
También el Bingo y el Casino me resultan lugares fascinantes y sacros. Las partidas de naipes, el ajedrez, el backgammon, la oca, dominó, el Parchís... Todos los juegos de mesa me atraen mucho. También los pasatiempos como el actual sudoku o el eterno Damero Maldito que popularizó hace más de medio siglo la sinpar e intrépida Conchita Montes. Y los clásicos de bar como billar o dardos. Tal vez los juegos me retrotraen a un feliz pasado. Yo jugaba mucho a las cartas con una de mis abuelitas, presente en la canción dedicada a las dos abuelas, que no pretende otra cosa sino contagiar su respeto y admiración. Ama a tus abuelas, visítalas con frecuencia, piensa en ellas aunque ya no estén. Ese es nuestro pequeño mensaje para la posteridad.
Volviendo a la pregunta, sí encuentro placer intenso sembrando algún interrogante. Pero no veo tanto verso críptico y hermético como apuntas, sino todo lo contrario. En vez de cultismos o guiños pomposos hay referencias pop a tutiplén y mucho lugar común y ordinario.
Siento fascinación absoluta hacia todo lo lúdico y su imaginería. En otra vida fui ludópata, en esta me tocó el vicio de la música, que no es poca cosa, igual de adictivo y caro. De elegir vivir en una película me pido ser Lawrence Olivier en 'La Huella'
En la "wiki-era" en la que vivimos inmersos toda esta información juguetona está a tu alcance. En resumen, cualquiera puede participar, es un club sin derecho de admisión, de libre entrada y salida.
Dejo resbalar un último interrogante: ¿No es hacer canciones otra forma de jugar? Un juego adulto, pero un juego al fin y al cabo.
Te confiesas fetichista, coleccionista de sonidos y amante de la caras-b de la historia de la música. Surf, canzone, dub, el sonido Torrelaguna, los discos de Belter... Estilos y producciones enmarcadas en el siglo pasado. ¿Existe algún grupo o músico actual capaz de obtener tu atención de la misma manera?
Me confieso muchas cosas. Vamos a ver, esta pregunta es casi infinita... Por un lado, coleccionar música antigua y vinilos no es tan sólo un egoísta hobby, personal pues junto a mi amigo Javi Bayo realizo un programa quincenal de radio, 'Moscas y Arañas', que puede escucharse aquí (Facebook). Intentamos difundir esas joyas del pasado que nos chiflan y creemos desatendidas, como también lo hacen otros amigos de la música de hoy (Jaime Cristóbal en 'Popcasting', Miqui Puig en 'Can Tuyus', entre otros).
El surf me gusta mucho, aunque mi físico actual -ajado, endeble y arrugado- no me permita practicarlo. Mi hermana es surfista, también mi cuñado. Me conformo con quedarme en la orilla observándoles y te confieso que así soy feliz.
Los sonidos surferos tanto instrumentales como vocales, me alucinan. Pero la era de oro del surf terminó a mediados de los 60. Y el revival posterior ya no me gusta nada. Es un género muy limitado en el tiempo. No tanto así el rock instrumental. Ultimamente -invito a los lectores a escuchar 'Moscas y Arañas'- ando muy colgado por los sonidos fuzzy de guitarras y preparamos una humilde "antología del fuzz" por entregas. En 2014 descubrí al session man Grady Martin. Antes de Davie Allan, rey indiscutible del género, hay muchos guitarristas que merecen ser descubiertos. Y clásicos como Link Wray, al que vuelves una y otra vez. En general, la labor de arqueología musical, aunque no esté remunerada (como los trabajos más nobles de la condición humana) es gratamente satisfactoria. Mi querido Javi Bayo me ha descubierto en estos meses maravillas como Elia y Elizabeth o Dulces Años. Sólo por eso ya le voy a erigir una estatua. La canzone me sigue rechiflando y debo decir que cuando viajo a Italia, por desgracia con menor frecuencia de la que desearía, babeo de satisfacción al comprobar que aún se cantan las inmortales de siempre, tarantellas, etc. En la noche napolitana hay ecos de Carosone. Las huellas de Marino Marini o Domenico Modugno aún se perciben por toda la Bota. De la punta hasta Venezia se invoca a compositores e intérpretes eternos. Lucio, Fabrizio, Piero, Ivano, Nicola, Luigi, Gino...
En 2015 planeo grabar cuatro elepés, pero es una fantasía irrealizable a día de hoy. Dudo que un sello quiera apostar por ello. (...) Lo que no vamos a parar es de tocar en directo, aunque sigan llegando críticas por esto o aquello
El Sonido Torrelaguna de Hispavox es un fetiche que nos obsesiona en el programa y así radiamos con frecuencia vinilos de Nuevos Horizontes, Los Angeles, Solera, CRAG, Pic-Nic, Jeanette, Módulos, entre otros. Las recoleterías de Belter tienen su gracia y su chic, aunque debo subrayar que la discográfica catalana también ofreció sonidos mas arriesgados y elaborados (Las Cuatro Monedas, por citar uno de ellos). No todo fue bizarro allí. Nos fijamos asimismo en otros muchos sellos. Opalo, Novola, Sonoplay y hasta los más independientes, minoritarios y efímeros. ¡Cuánto amor al arte el de entonces! Respecto al presente sigo muy de cerca las aventuras de titanes contemporáneos (hablar de ellos me llevaría toda la mañana y posiblemente la tarde también): Malcolm Scarpa, Tarik y la Fábrica de Colores, Rufus-T, Single, Los Tupper, Dúo Cobra, Néboa, Miqui Puig, Peralta, Cora Sayers, Arthur Slim, Los Summers, Roger de Flor, Alpha 60, Real&Gastado, La Ruleta China, Lliso, Dave Kusworth, Kevin Junior, Howe Gelb, Pilón...
'Carmen' es una versión libre de 'Karen' de The Go-Betweens. ¿Qué prefieres, el azúcar de Grant McLennan o la sal y pimienta de Robert Forster?
Por ausencia y homenaje hoy quiero recordar al dulce Grant. Pero la cuestión está solapada, siempre vi mucha malicia también en caramelitos envenenados de McLennan como 'Bachelor Kisses', por ejemplo. Sobra decir que adoro a Robert Forster y como personaje me identifico con él, un tipo tan extravagante, agudo, magnético y provocador. Sus discos en solitario me parecen soberbios. Respecto a 'Karen' debo decir que me la descubrió mi querido Jaime Cristóbal. Tuvo la gentileza de grabarme una cassette recopilatoria del dúo -a quien aun no había prestado la suficiente atención- y esa cinta la escuché hasta la saciedad, hasta gastarla... Desde entonces soy hooligan de Go-Betweens, hasta del libro que inspiró su aventura ('The Go-Between, L. P.' Hartley,1953).
En diciembre de 2014 salió 'Corazón roto en mil pedazos' más otras tres canciones en 'Los Caramelos EP' (Discos Walden, 2014). ¿El EP está concebido como un complemento del disco o bien implica que Los Caramelos editarán nuevo disco pronto y no habrá que esperar tanto tiempo para escuchar las nuevas canciones?
No es un complemento, me apetecía otro vinilo invernal con canciones nuevas. Ya las estamos tocando en directo. Son las grabaciones que mejor suenan del pasado año, en mi humilde opinión. En 2015 planeo grabar cuatro elepés, pero es una fantasía irrealizable a día de hoy. Dudo que un sello quiera apostar por ello. Supongo que tendré que conformarme con grabar maquetas domésticas y colgarlas luego en alguna web. Lo que no vamos a parar es de tocar en directo, aunque sigan llegando críticas por esto o aquello. Las opiniones ajenas me entran por un oído y ni siquiera me salen por otro, puesto que traigo de serie un tapón invisible que hace que las ondas reboten ya de entrada. No me llegan. Otra vez me la has vuelto a jugar, Borja...Pregúntame otra cosa que no tenga que ver con la música, anda. Aburro hasta las ovejas con el dichoso monotema.