El periodista Nando Cruz es el autor de la obra que resume en casi mil páginas el origen de la escena independiente en España. 'Pequeño circo. Historia oral del indie en España' (Editorial Contra, 2015), titulo extraído del EP de debut de Sr. Chinarro ('Pequeño circo', Acuarela, 1993) cuenta a través de algunos de sus protagonistas que compartían gusto por la música inglesa y norteamericana cómo deciden montar a principios de los 90 y coincidiendo con el final de La Movida grupos, fanzines, discográficas y promotoras con escasos recursos pero con el único afán de dar a conocer aquellas referencias musicales que les parecían interesantes, todo ello sin intención de alcanzar el éxito, algo que, de forma inesperada, sucedió, como es el caso del grupo Dover y su disco 'Devil came to me', situación que repercutió directamente en la discográfica Subterfuge. Los propios entrevistados desvelan en el libro numerosos detalles de lo que aconteció aquella época.
¿Cuál era tu situación personal a principios de los 90?
Escribía críticas de discos y crónicas de conciertos en Rockdelux. incluso durante un año fui redactor jefe y después entré a trabajar en un periódico. Antes había sido público de conciertos, de la gira Noise-pop... Empecé a dedicarme profesionalmente al periodismo cuando comenzó a emerger toda la escena.
[pull_quote_left]La gente que se interesaba por esta música se sentía unida, simplemente por el hecho de interesarle la música que se hacia en Inglaterra o Estados Unidos y que al mismo tiempo se sentían unidos por su rechazo a la música que se estaba haciendo en España[/pull_quote_left]
¿Es comparable el ímpetu de aquella época por crear una escena mediante la aparición de sellos, la organización de festivales y giras, entre otras iniciativas, con las acciones que se llevan a cabo ahora con el desarrollo de blogs, webs, sellos, promotoras, festivales...?
El impulso inicial por crear un sello, un grupo o un blog pueden ser similares. Eso lo explican muchos de los grupos y fanzines de aquella época, cuya intención era comunicar a otra gente música que te gusta. La motivación puede ser similar. Los mecanismos son distintos y las motivaciones son otras. El mundo ha cambiado mucho, y la música especialmente con los cambios de la digitalización de la música.
¿Cómo describirías la época en la que se sitúa el libro?
Un momento de entusiasmo, en el que se confundía un poco los gustos con las alergias. La gente que se interesaba por esta música se sentía unida, simplemente por el hecho de interesarle la música que se hacia en Inglaterra o Estados Unidos y que al mismo tiempo se sentían unidos por su rechazo a la música que se estaba haciendo en España. Digamos que eran razones poco endebles para contruir una escena, porque crear una escena o algo a partir simplemente del gusto a veces no es suficiente. Al mismo tiempo que es una época en que la gente se une porque le gustan ciertos grupos. También es una época en la que se demuestra que no hay ninguna otra razón para unirse y crear una escena de verdad porque ideológicamente o humanamente no hay otros nexos más allá del gusto musical.
Lo que acabas de decir también se puede trasladar al momento actual.
Sí, la música puede servir para muchas cosas, algo más que para escucharla. La gente se puede reunir alrededor de la música y hablar de estas cosas. En esta época del indie la gente se reunía porque le gustaba esa música y hablaba de ello. Era un círculo un poco cerrado y a veces un poco ghetto que no importaba nada lo que ocurriese fuera. Ahora seguramente pase lo mismo y ocurra en otras escenas, no solo en el indie. En la actualidad, en otros estilos se están dando cuenta que la música debería servir para otras cosas y lo están aplicando.
[pull_quote_right]Lo que hay ahora no se puede entender sin recordar lo que hubo entonces[/pull_quote_right]
¿Todo aquello que se originó en aquella época ha repercutido en el momento actual?
Lo que hay ahora no se puede entender sin recordar lo que hubo entonces. No creo que sea una influencia directa, sino que en aquella época hubo una pequeña emergencia de sellos y grupos independientes, la mayoría de las cuales desaparecieron y de las que solo permanecen tres que marcaron la pauta de lo que sería después la independencia. Entonces había 300 grupos que cantaban en inglés y dos o tres en castellano, uno de los cuales era Los Planetas, grupo que sí es influyente con lo que ha venido después. Todos aquellos que cantaban en inglés no lo han sido, todos aquellos sellos pequeños que siguen viviendo en la indigencia no, pero Subterfuge sí que marcó una manera de hacer, o Primavera Sound, el Festival Internacional de Benicàssim... Son cosas que funcionaron y marcaron lo que funciona ahora: los grandes festivales, los grupos que cantan en castellano y los que tienen una visión que intentan llegar más allá del circuito que en realidad no incluía tanta gente porque tampoco existía tanto publico.
¿En qué medida consideras importante la publicación del libro tanto para la gente que vivimos aquella época desde los medios de comunicación como para las nuevas generaciones?
Necesarias no hay muchas cosas en el mundo, pero escribí este libro porque todo lo que se había escrito en aquella época en una vision muy apegada a ese momento y este libro no utiliza ninguna de aquellas visiones, sino que hace una mirada de aquella época desde el presente, con una vision más reposada, más crítica, y también creo que pone las cosas en su sitio. Es un libro que valora las hazañas de estos grupos y de estas personas y pone en tela de juicio algunos de los calificativos que adjudicamos a toda aquella escena en aquel momento. Una de las utilidades que tiene este libro es para la gente que sigue creyendo en la música independiente como un valor o una manera de funcionar para que vea muchas de las cosas que no funcionaron entonces y por qué no lo hicieron. Seguramente de aquellos errores se puede reconducir la idea de una escena independiente algo más coherente con su propia expresión: funcionar al margen de determinados canales, transmitir unos ideales que no sean los hegemónicos y los dominantes y funcionar de una forma alternativa y no pretender simplemente subir a primera división por otro camino, que era lo que básicamente el indie en los 90, principalmente era eliminar a los grupos anteriores y ponerse ellos.
[pull_quote_left]Una de las utilidades que tiene este libro es para la gente que sigue creyendo en la música independiente como un valor o una manera de funcionar para que vea muchas de las cosas que no funcionaron entonces y por qué no lo hicieron[/pull_quote_left]
¿Se ha perdido originalidad en la actualidad musicalmente hablando?
Es un poco complicado de decir por qué alguien asegura que se han perdido creatividad o música nueva, pero es difícil saber. Hay tanta música circulando por el mundo que es difícil saber si no hay nada creativo o es que no acertamos y no encontramos algo que valga la pena. Me resisto a creer esto. Y, por otro lado, el tema de la originalidad tampoco crea que sea un valor en sí mismo ser original y diferente porque es una cosa que no se puede calibrar. Hay muchos grupos que se creen originales porque no han escuchado grupos de hace 15 años que hacían lo mismo. Te puedes pasar toda la vida pensado que eres original hasta que alguien cazador de discos oscuros te pone el disco delante y te dice: es que esto ya existía. Ya, pero es que yo no lo conocía... La originalidad es un termino tan ambiguo que cada vez me da más miedo opinar en este sentido. Necesitas demasiada información para decir estas cosas.
Has entrevistado a mucha gente para escribir 'Pequeño circo'. ¿A quién no has entrevistado y te gustaría haberlo hecho?
Me hubiera gustado hablar con Javier Aramburu ('Family'), pero ya en aquella época no daba entrevistas. También con Gabi Ruiz, director del Primavera Sound, una de las personas que en aquel momento ya intentaba crear una promotora. También con Luis González (Caballero Reynaldo, Half of Fame), que en aquella época trabajaba en la distribuidora Running Circle. Me hubiera gustado hablar con más mujeres. Es una de las pegas que tiene este libro. Algo de lo que después me he dado cuenta. Me hubiera gustado entrevistar a más mánagers y con unas 30 o 40 personas que tenía apuntadas, pero me hubiese implicado a morir asesinado por mi editor porque ya le estaba diciendo que el libro iba a tener mil páginas cuando él quería 600. Me hubiera salido por unas 1.400 páginas.
¿Te has planteado publicar una continuación del libro?
Estoy seguro que yo no lo haré porque ha sido una empresa muy costosa que me ha llevado mucho tiempo y esfuerzo. Creo que sería necesario una segunda parte de este libro que explicase cómo eran estos grupos tan minoritarios, algunos de los cuáles desaparecieron en el momento en el que el indie es una especie de nebulosa que nadie sabe definir pero que es omnipresente en la sociedad. Ha habido un tránsito en la década del 2000 que sería muy interesante analizar esta "explosión" de los festivales, el cambio al castellano de los grupos, el hecho de que en Aranda de Duero -en referencia al festival Sonorama Ribera- toquen grupos antes 30.000 personas cuando hace 15 años esas bandas tocaban ante 110. Todo ese crecimiento de la estructura alrededor de la música independiente, cómo la música independiente se ha ido colando en la publicidad, en las instituciones, recibiendo subvenciones, una gran empresa volviéndose loca por poner música indie... Estaría bien que alguien lo explicara pero te aseguro que yo no lo voy a ser.
[pull_quote_left]Sería necesario una segunda parte de este libro que explicase cómo eran estos grupos tan minoritarios, algunos de los cuáles desaparecieron en el momento en el que el indie es una especie de nebulosa que nadie sabe definir pero que es omnipresente en la sociedad[/pull_quote_left]
¿Crees que fenómenos como el de Dover, no a nivel discográfico por la escasez actual en la venta de discos pero sí en cantidad de seguidores, podría repetirse ahora?
Aquello fue una y no más. Es algo imposible, como repetir lo de Nirvana en Estados Unidos. La música está muy atomizada, el público consume de una manera muy aleatoria, por canciones sueltas. No creo que ningún grupo español pueda conseguirlo. Es que vender 700.000 copias como hicieron Dover es inexplicable, incluso ahora cuesta explicar qué pasará.
Actualmente me da la sensación que se ha perdido el interés por conocer nuevos grupos, principalmente porque la gente no suele acudir a conciertos a descubrir bandas, como ocurría en los 90. ¿Qué opinas el respecto?
En aquella época había más dinero para comprar discos, álbumes de grupos que habías leído que estaban bien y aunque no los conocías te los comprabas y luego eran una mierda, pero no te parecía un drama haber perdido 2.200 pesetas. El momento actual es diferente, ahora la gente no tiene un duro. Hay un 50% de paro juvenil. ¿Cómo se va gastar dinero la gente en un concierto? El contexto social y económico es muy diferente. En aquella época había dinero para todo. La gente se invitaba a droga (ríe).
Precisamente Carlos Galán, director de Subterfuge, cuenta en el libro que se consumía droga en la oficina de la discográfica...
Claro, es la época en la que había muchísimo dinero en una escena en la que se pensaba que siempre se iba a vivir en la indigencia. A los que le fue bien les fue muy bien, a los que les fue mal lo dejaron. Pero es que 15 años después, no es que las empresas vayan bien o mal, es que el consumidor no puede gastar dinero en música tan alegremente. Como hace 20 o 30 años la gente iba a ver a los Rolling Stones y no iba a un concierto en todo el año. Ahora van a un festival y el resto del año escuchan música en Internet.
[pull_quote_right]Toda esta generación me pilló en una época en la que tenía los poros muy dilatados y me entraba mucho esa música, la exprimía al máximo[/pull_quote_right]
De aquellos grupos de los 90, ¿cuáles destacarías?
Todos estos grupos los escuché mucho entonces y no tiendo a ponerme discos de hace 20 años. Sí que cuando he estado escribiendo el libro he escuchado alguno y me he sorprendido lo bien que aguantan el paso del tiempo discos de Surfin' Bichos, los Bichos, Cancer Moon, los primeros de Lagartija Nick, Los Planetas, Family ('Un soplo en el corazón'), 'Popemas' de Nosoträsh... Pero no me levanto un día por la mañana y digo: "Voy a ponerme uno de Lagartija Nick". Hay millones de discos y toda esta generación me pilló en una época en la que tenía los poros muy dilatados y me entraba mucho esa música, la exprimía al máximo.
Y actuales, ¿citarías alguno?
(Piensa durante un rato)... No será de este estilo... no se me va a ocurrir... Bueno, me gusta mucho el de Single ('Rea'), por ejemplo. Hidrogenesse, Lidia Damunt y el nuevo disco de Fernando Alfaro ('Saint-Malo').
¿Qué diferencias más notables destacarías de aquella época con respecto a la actual?
El indie de entonces no tenía mucha conciencia de nada, sino que era una cosa de "vamos a montar grupos, a tocar y a divertirnos". Existe una brecha que separa a los grupos que tienen claramente asumido que formar un grupo es una forma de vivir de la música, hacer dinero. Un grupo es una empresa y hay grupos mucho más minoritarios que saben que no van a vivir de esto y que poseen una intención más clara de que es lo que quieren decir con la música, adonde pueden llegar y que tienen claro que pueden utilizar la música para explicar cosas. En el primer ejemplo diría a grupos que son más masivos, como pueden ser Love of Lesbian Sidonie o Supersubmarina, que son bandas indie-mainstream, y en el segundo pondría grupos como El Pardo, Ornamento y Delito, formaciones que tienen mucha intención con las canciones que componen. La intención es imprescindible para hacer música.