Mientras Laura Pérez estudiaba Bellas Artes se planteó ser psicóloga por si aquello de dedicarse profesionalmente al arte no le convencía del todo. Pero la decisión de terminar la carrera le ha llevado a trabajar de ilustradora para clientes de gran relevancia y tan diferentes como Vanity Fair, National Geographic, The Wall Street Journal o American Airlines. Para llegar a ese grado de importancia, todo tiene un comienzo.[pull_quote_left]No me ha importado pensar si eso me traería un futuro o no, ya que antes de ganarme la vida como ilustradora he sido camarera, palomitera, comercial, he trabajado en un videoclub, entre otras cosas. Poco a poco el sacrificio y esa pasión por gustarme lo que hago sin importarme si gustaba o no creo que fue tomando vida como un ente[/pull_quote_left]"No tengo claro en qué punto el dibujo se ligó al conseguir un color que me gustase y luego añadirle fondos que medio me encajasen, en algún punto entre mediados de la carrera y finales, entre Canadá y Barcelona. Si sé cuándo comencé a trabajar de ilustradora, terminando mis estudios en Barcelona, y tras haber enviado a muchos sitios mi portfolio de entonces, al final alguien se fijó en mí. Pero no le había mandado nada, lo había visto por la red", asegura.
No obstante, ese planteamiento profesional de dedicarse a analizar la personalidad de los demás le ayudó a "seguir viendo más en lo que miro", afirma. "Me inspiro en la gente para desarrollar mis dibujos. Trato de mirarla más que verla. Y luego plasmarla, en sus contextos, sus miedos, sus preguntas y su lenguaje no verbal", confiesa.
Su trayectoria no ha sido precisamente fácil, ya que ha tenido que combinar esfuerzo y pasión para poder vivir de sus ilustraciones: "No me ha importado pensar si eso me traería un futuro o no, ya que antes de ganarme la vida como ilustradora he sido camarera, palomitera, comercial, he trabajado en un videoclub, entre otras cosas. Poco a poco el sacrificio y esa pasión por gustarme lo que hago sin importarme si gustaba o no creo que fue tomando vida como un ente, él solo."
[pull_quote_right]Cuando fuerzo la idea suele ponerse caprichosa y no salir, pienso por encima como quiero que sea, normalmente no me pongo a ello al momento, lo dejo reposar en la cabeza, y pasado un rato, paseo, o lo que sea, trato de recordarlo y suele venir más claro. Si no viene de nuevo suelto el lápiz y lo que salga[/pull_quote_right]
Sus ideas, para llegar a convertirse en obras, requieren de reposo y de análisis. "Cuando fuerzo la idea suele ponerse caprichosa y no salir, pienso por encima como quiero que sea, normalmente no me pongo a ello al momento, lo dejo reposar en la cabeza, y pasado un rato, paseo, o lo que sea, trato de recordarlo y suele venir más claro. Si no viene de nuevo suelto el lápiz y lo que salga", explica.
Para que la obra de otro ilustrador le atraiga, Laura Pérez presta principalmente atención al uso del color. "El dibujo me puede gustar más o menos, pero la madurez de una buena paleta me deja plasmada. La frescura también, el buen uso del movimiento", asegura.
Eclosión de ilustradores
En la eclosión de ilustradores que están teniendo lugar en la actualidad encuentra tanto beneficios como perjuicios. Así, considera que "beneficia en que si hay eclosión también hay más campo a explorar y más trabajo porque hay más sitios donde se busca ilustración para sus proyectos. Perjudica porque se te puede hacer un mundo si piensas que el resto son "competencia" cuando en realidad son compañeros", sostiene.
[pull_quote_left]Me gustaría probar con compañías de animación, haciendo diseño de personajes, desde Disney, Pixar, y otros muchos. No con artículos, sino con personajillos. También tontear con el mundo del cómic[/pull_quote_left]
Tras trabajar para grandes multinacionales, Laura Pérez mira más allá y revela con quien le encantaría desarrollar sus obras: "Me gustaría probar con compañías de animación, haciendo diseño de personajes, desde Disney, Pixar, y otros muchos. No con artículos, sino con personajillos. También tontear con el mundo del cómic."
Centrándonos en el presente, la artista nombra los proyectos en los que está involucrada ahora: "Trabajo sobre un proyecto de gorilas para Santillana; también unos libros para Anaya; una ilustración para un libro de temática gay canadiese; un artículo para Scholastic sobre chicas adolescentes latinas; una ilustración para 100grados Fanzine con una postura del kamasutra con dos personajes góticos; un retrato de un perrete que su dueña quiere tener como recuerdo y una familia, creo que judía, que mira un álbum de fotos, para Estados Unidos".
Laura Pérez muestra sus obras en su página web.