La "canzone" de vanguardia de Alessandro Fiori

Alessandro Fiori. Foto: Andrea Mutti

Traducción: Elena Jimenez Fernández

El equilibrio entre vanguardia y clasicismo latente en canciones como 'Lungomare', 'Senza sporcare' o 'Il vento' es lo que mejor define la trayectoria de Alessandro Fiori, músico italiano natural de Arezzo, que reúne una de las discografías, tanto en solitario como en compañía de otros, más interesantes del pop independiente transalpino. Un autor multidisclipinar, intenso y extrovertido, capaz de reinventarse también como pintor, actor o poeta, pero que siempre ha priorizado su faceta como músico por razones un tanto prosaicas, tal y como nos explica él mismo desde Italia: "El discurso sobre cómo expresarme depende del período, de los colores que le faltan a la cabeza y al cuerpo. ¡Hoy tengo ganas de pintar! Un lienzo grande, colores: azul ultramar, blanco y un poco de negro, pero querría también grabar algo en vivo, alguna canción lanzada así, un poco improvisada. Digamos que la música, a diferencia de los demás juegos, se ha convertido en un trabajo. ¡Ésta es la única diferencia!".

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Alessandro Fiori.

Este talentoso compositor de canciones que parten de la canzone italiana para aventurarse sin miedo hacia sonidos más contemporáneos, ha sido miembro de diversas bandas como Mariposa, Amore, Craxi, o BettiBarsantini y ha facturado, hasta la fecha, tres discos largos en solitario: 'Attento a me stesso' (Urtovox Records, 2010), 'Questo dolce museo' (Urtovox Records, 2012) y 'Cascata' (Urtovox Records, 2013). Nos interesa saber en qué formato se encuentra más cómodo: "depende también del período: cuando estás demasiado solo tienes ganas de estar en compañía y viceversa, solo hace falta estar atento a tener la justa compañía. ¡Si no es un infierno! Por ejemplo, cuando toco solo conmigo mismo, en ese periodo no suelo resultar una buena compañía. Entonces me mando a la mierda y me quiero ir a dormir", cuenta.

Con Mariposa, banda formada en 1999 en Bologna, obtuvo un importante  reconocimiento de crítica y público con discos como 'Best company' (Trovarobato, 2007) o 'Mariposa' (Trobarovato, 2009). Resulta curioso que bautizaran al grupo con una palabra en castellano. "El nombre está en castellano por pura casualidad. Estaba leyendo un libro de Hesse sobre las mariposas y tenía que decidir entre Fifalter y Mariposa: elegí Mariposa. No sé cual era la intención de la banda, seguramente teníamos la idea de hacer algo, quizás exagerándolo. El problema, a veces, era que las intenciones de los miembros del grupo divergían y se transformaban en tensiones y, a su vez, en la poca atención de los oídos de algunos críticos que nos consideraban frikis o megalómanos", explica. Así decidió dejar Mariposa allá por el 2011. "Tuve a mi hija y las cosas cambiaron. Me di cuenta de que: primero, las cosas nacen también para terminar; segundo, que podar es fundamental para dar fuerza a la planta; tercero, que dividiendo por siete el dinero se quedaba en muy poco", argumenta.

[pull_quote_right]Cuando toco solo conmigo mismo, en ese periodo no suelo resultar una buena compañía. Entonces me mando a la mierda y me quiero ir a dormir[/pull_quote_right]

También fundó  Amore, un proyecto formado por miembros de grupos de la escena pop independiente italiana, con dos discos publicados, 'I tendaggi del primo semestre EP' (Autoeditado, 2004) y 'Tarzan contro L' IBM' (Aiuola Dischi, 2007). Una formación que se beneficiaba de las ganas de probar cosas nuevas del propio Alessandro Fiori. "La idea de crear este proyecto surgió tal y como sugiere el nombre de la banda: casualidad, capricho, sentirnos bien por estar emocionados", reflexiona.

Junto con el músico napolitano Marco Parente, forma el dúo BettiBarsantini, con el que publicó en 2014 un disco homónimo, plagado de inspiradísimas tonadas de folk, rock cubista y pop abigarrado, de alto contenido político. "Con Marco estamos realmente en sintonía, somos unos “viejecitos” juguetones o unos niños marchitados, pero nos gusta experimentar y hacer las cosas bien, con una conjunción de escrúpulo y abandono. Empezamos a grabar en mi estudio con Guido Andreani y después optimizamos el todo en Perpetuum Mobile con Asso Stefana. Ahora estamos empezando a grabar el segundo disco y tenemos esa clase de emoción que tienen los principiantes, en compañía además del gran Lorenzo Maffucci que nos ayuda a volver a cuadrar el discurso", asevera.

Alessandro Fiori.
Alessandro Fiori.

En su primer disco en solitario 'Atento a me stesso' (Urtovox Records, 2010) proyecta la estela de cantautor pop que alterna el clasicismo de canciones como 'Trenino a cherosene' o 'Fuori piove' con la sutil experimentación de 'Labbra Fredde' o 'Fiaba Contemporanea', buscando un equilibrio entre belleza y rareza.

En su segundo álbum, 'Questo dolce museo' (Urtovox Records, 2012) incide en el aroma de cantautor de vanguardia pop, con momentos cercanos al surrealismo como en 'Il gusto di dormire in diagonal', intentando darle una continuidad a sus primeras canciones en solitario. "En una trayectoria la continuidad es automática, yo solo tengo que hacer lo que me parece oportuno en ese momento: el vínculo con lo que fue y lo que vendrá lo doy por sentado", sostiene.

[pull_quote_right]En una trayectoria la continuidad es automática, yo solo tengo que hacer lo que me parece oportuno en ese momento: el vínculo con lo que fue y lo que vendrá lo doy por sentado[/pull_quote_right]

La triada se completa con 'Cascata' (Viceversa Records, 2013) disco pensado para ser publicado en vinilo y que contiene piezas inéditas y versiones de músicos como Hugo Race, The Niro o Cesare Basile. ¿Su disco más difícil? "(ríe) Disco difícil. ¡Difícil es eliminar las zarzas sin herbicidas químicos o huir a otro país cuando te quieren reclutar para el ejército! 'Cascata' es quizás un disco doloroso, como puede ser el amor que explota de repente, con una proyección de un bienestar nuevo que te aterroriza en el momento en el que amenazan con dejarte de un momento a otro, en un banco, la noche del 5 de enero sacado fuera en chorro, directamente, con el agua de la rotura de las aguas: ¡una verdadera y real cascada!. Se han prensado 300 copias enumeradas, me gusta mucho. Su particularidad es que ha salido como tercer disco pero en realidad el segundo, 'Questo dolce museo', lo he escrito después", argumenta.

[pull_quote_left]¡Por un tiempo incluso escuché también a Héroes del Silencio![/pull_quote_left]

El carácter poliédrico de la obra de Alessandro Fiori zurcido por la paleta diversa de estilos que maneja, siempre sin perder un ápice de personalidad, puede deberse a todo aquello que observa y atesora. "Me influye todo por supuesto, mucho más de lo que yo pueda saber", asegura. A su vez maneja un bagaje literario y musical nutrido por escogidos referentes que se reflejan generalmente de manera casi inconsciente en sus canciones. "Sabes, la verdad es que quizás no tenga músicos como referentes. O mejor dicho, dependiendo de los períodos he tenido diferentes, pero siempre de paso: Paolo Conte, Piero Ciampi, Tom Waits, Luigi Tenco, Brian Eno, Robert Wyatt, Anderson L ... ", explica. Nombres que son un claro ejemplo de esa simetría entre la música popular italiana y el pop más atrevido de raíz anglosajona que siempre ha germinado en sus canciones. También introduce otra referencia que, a priori, podría descolocar un poco. "¡Por un tiempo incluso escuché también a Héroes del Silencio!", exclama.

[pull_quote_right]Quizás no tenga músicos como referentes. O mejor dicho, dependiendo de los períodos he tenido diferentes, pero siempre de paso[/pull_quote_right]

Siempre inquieto, el músico italiano guarda varios ases en la manga para un futuro cercano. "Ahora tengo mucha carne en el asador: un disco mío como solista de nombre 'Plancton', el nuevo disco de los BettiBersantini, el primer EP de los Stres. Para después algunas cosas como productor discográfico como por ejemplo los nuevos álbumes de Homebody, Solki y de Mangiacasette". Estaremos atentos a sus movimientos, porque de un autor capaz de escribir canciones tan maravillosas como 'Via da industria' o 'Fuori piove' solo se puede esperar lo mejor.