Juvenilia: No cantan al amor

Juvenilia.

Juvenilia es muchas cosas: un término en latín que refiere a las obras juveniles de un autor, un libro del escritor argentino Miguel Cané, un film sobre la juventud dirigido por Augusto César Vatteone, una banda de Buenos Aires con deje a lo The Cure o el título de uno de los discos más distinguidos de The Verlaines, grupo de Dunedin santo y seña del sonido Flying Nun. También es el nombre de una de las bandas más interesantes del nuevo pop en castellano, con base en Madrid y compuesta por Mauricio (guitarra), Rafa (batería), Patri (teclado, coros), Guillermo (guitarra, voz) y Manel (bajo). Publicaron el año pasado el single 'Juvenilia' (High Five Discos, 2015), editado en un 7" pulgadas de edición limitada, que recibió parabienes por doquier, con mención especial a las palabras que dedicó Lolo Lapón al corte que aparece en la cara A del disco, 'Solaris'. El cantante de Hazte Lapón llegó a comentar sobre aquella canción que "me reconcilia con el indie canónico, porque no se muestran repetitivos ni obvios, cazan algo del mejor pop australiano..." y que Juvenilia "tienen canciones para rato". Diez de esas tonadas son las que forman parte de su primer disco largo, también llamado 'Juvenilia' (Pretty Olivia Records, 2016), recién salido del horno y que certifica la habilidad de estos músicos no tan jóvenes (curtidos en bandas como Image Makers, Juanita y los Feos o Disciplina Atlántico) para poner al día el legado de la mejor melodía oceánica. ¿El mejor momento posible para dar el salto al disco largo? Guillermo, cantante y guitarra de la banda, responde: "A los discos siempre hay que empujarlos y vencer el vértigo que produce publicar canciones que piensas que quizás no estén preparadas, pero creemos que son un conjunto con el que estamos satisfechos y que forman parte de un todo que era el momento de compartir".

Portada de 'Juvenilia'.
Portada de 'Juvenilia'.

Todo el mundo habla de la magnífica portada diseñada por Diego Cano (cosa que no sorprende demasiado, sabiendo de su trabajo para los discos de Cohete, entre otras muchas cosas). Aunque tampoco es cuestión de que eclipse a lo que viene dentro del álbum. "Hace tiempo que conocemos a Diego, de hecho yo he trabajado con él y por eso insistí bastante en que se encargara él. Sé que le ha costado mucho, porque en realidad no se dedica a esto y está super liado pero la verdad es que ha valido la pena el esfuerzo, espero que él piense lo mismo", explica Manel, bajista de la banda. También ha sido capaz de plasmar el sentido de las canciones, tal y como observa Mauricio, la otra guitarra de Juvenilia: "Es un honor que Diego haya querido aceptar nuestro encargo y nos encanta cómo ha quedado el diseño del LP. Ha capturado la esencia y las principales imágenes de nuestras letras".

Dicen que el álbum es un compendio canónico del mejor Indie Pop. Australia y Nueva Zelanda tienen más peso específico que Gran Bretaña en los trazos de la canción de Juvenilia, con especial mención a los Go-Betweens de todas las épocas, por momentos punzantes como en 'Extraños', o en ocasiones más dulces como en 'Tu esqueleto', pero siempre transmitiendo hondura, con temas vestidos de estructuras sencillas y efectivas. Guillermo se explica, remitiendo a una paleta más amplia:"Creo que es difícil forzar las influencias, porque muchas veces no sabes de dónde vienen las canciones y hacer un ejercicio de estilo me parece hasta algo un poco deshonesto. Pensándolo, detectas muchas veces melodías que provienen incluso de la infancia, y es curioso pero las influencias suelen tardar mucho en florecer, así que es difícil contestar a esta cuestión de forma exacta. Hay un toque de Feelies que recubre todo, Go-Betweens nos encantan desde luego, o Teenage Fanclub y hasta Del Shannon o John Cale. En definitiva es ese pop o melancolía que por casualidad estuvo muy localizado en determinados lugares en los 80, que tiene de base los 60 y es común a determinadas bandas". La nostalgia también tiene su cuota importante de participación, "para mí la música siempre es pasado y recuerdos, y por eso generalmente nostalgia, no por grupos o épocas pasadas sino por tu vida propia, nos ayudan a materializar momentos que hemos tenido y por eso se me hace muy difícil conectar con grupos que hablan del futuro o yo qué sé, cómo se tiene que organizar un gobierno", mantiene Guillermo.

La asociación con el 'Juvenilia' de The Verlaines no se basa exclusivamente en el nombre. Aquel disco comenzaba con una canción sobre la muerte, 'The death and the maiden', Juvenilia lo hacen con 'El final'. "El final, la muerte, es el tema principal de nuestro disco, así que pensamos que no había otra canción mejor para abrir el LP. Además es un tema instantáneo y rápido, con lo que se ajustaba a lo que queríamos", explica Mauricio. Un tema no muy tratado en el pop de tendencia luminosa, y que hemos visto reflejado en los últimos tiempos en álbumes de musicalidad más áspera y grave como 'Blackstar' de David Bowie o 'Skeleton Tree' de Nick Cave. Tampoco resulta muy al uso el reparto de roles en la banda: "Bueno, el reparto de roles es un poco que cada uno haga lo que le dé la gana. Pasa lo mismo con las letras, cualquier puede empezar a escribir la letra de una canción. Es cierto que luego entre todos miramos que cuadre y cada uno da su opinión y si hace falta se cambia pero es sano que todo el mundo pueda hacer lo que le apetezca en cualquier momento. El momento duro viene cuando toca converger, de eso no se libra nadie", explica Manel.

juvenilia-3Hablando del resto de canciones, ¿no será 'Bambú’ el reverso castellanizado del 'Bamboo' de las Hinds?. Igual se trata de un guiño para que les contraten para una gira mundial y acaben grabando vídeos que aparecerán en YouTube con sesiones en las radios más cool de la Costa Este. Mauricio nos baja de la nube: "Nuestro Bambú es más bien un homenaje a uno de nuestros músicos preferidos, Dennis Wilson, que tiene un disco inédito que se llama así. También es la consecuencia, en forma de canción, de ese pequeño apocalipsis que año tras año sufrimos en esta ciudad, el verano. En cuanto a si nos gustaría ir de gira mundial y grabar videos cool… Claro que nos gustaría, pero no se si estamos dispuestos a aceptar todo lo que algo así conlleva. Me temo que no", observa. Manel se pone en plan Kevin Ayers y prioriza la vida cotidiana al cansancio tóxico derivado de la fama, los viajes y el rockandrol, "tenemos una media de 35 años, la mayoría de nosotros tenemos un buen trabajo fijo e hijos o planes de tenerlos: girar por el mundo y ser estrellas de rock ya quedó muy atrás. Mejor dejarlo como un hobby, como ir a jugar los jueves al fútbol. Además, a mí personalmente me gusta más mi trabajo que la música".

Se trata un grupo, aunque de procedencia dispar, "muy madrileño", pero que tiene un gran predicado en lugares como Barcelona (Lolo Lapón, que vive en la ciudad condal, sigue elogiando sus canciones ahora que tienen ya el nuevo disco en la calle). ¿Se puede hablar de dar continuidad en el tiempo a una "escena", contando también con bandas como Ataque de Caspa o, en su época, Los Modelos (con los que se les ha relacionado en determinadas redes sociales)? Guillermo no lo tiene muy claro: "¡Pues casi todos somos de fuera de Madrid! Me sorprende, personalmente nos veo un poco alejados de lo que suele sonar en Madrid". Mauricio le secunda con un buen riff, "lo de la escena…pues no lo tengo muy claro. Hay grupos con coordenadas artísticas similares, salvando las distancias, como Hazte Lapón, por ejemplo, con los que tenemos una magnífica relación y nos encanta lo que hacen. Pero no creo que ahora mismo haya una escena consolidada", rebate.

Lo que si está claro es que casar temas como la muerte con el pop luminoso debe de ser todo un reto. Manel no cree que haya sido algo consciente: "Pues la verdad es que no es algo que hayamos planeado, así que supongo que eso es lo preocupante. Mauri y yo siempre nos reímos diciendo que somos demasiado ñoños, a lo mejor lo macabro de las letras nos sirve para equilibrar un poco la balanza. Yo ya dije desde un buen principio que el amor me da pereza. Para hablar de amor ya está El Palacio de Linares, que lo hace mejor". Como explica Mauricio, en casi todas las canciones la melodía ha estado por delante de la letra, "algunos temas nacieron con la letra cerrada, pero la mayoría las escribimos en conjunto una vez teníamos definidas las melodías de voz. Queríamos huir del costumbrismo, de las canciones de amor. Y esto nos llevó, casi sin querer, a escribir sobre la muerte".

El pop de canciones como 'Futuro' o 'Fiesta secreta' resulta certero y en cierta manera, accesible. Aunque la banda, en palabras de Guillermo, se siente cómoda en un lugar despojado de grandes expectátivas, "desde el primer momento tuvimos claro que esto era un hobby, aunque muy serio. De todas formas sabemos que nuestra música es accesible pero en realidad minoritaria, y nos sentimos cómodos ahí". Manel, a su vez, tira por el lado práctico para subrayar esa ausencia de ambición festivalera, "como te decía antes, somos muy de andar por casa. De hecho, en verano cerramos por vacaciones y estamos tres meses sin ni siquiera ensayar así que de festivales, pues te puedes imaginar. No voy a quedarme sin vacaciones por tocar un 15 de agosto en un festival, lo siento". (ríe)