Hidrogenesse: "La humanidad es un generador continuo de absurdo"

Hidrogenesse. No es serio este cementerio. Foto: Xoxé Tetano

El socarrón y noctámbulo 'Una de miedo', cortometraje de 1935 dirigido por Eduardo García Maroto, formaba parte de un aventurado y divertidamente prodigioso tríptico dedicado a parodiar los títulos procedentes de la cinematografía norteamericana de la época. Un relato disparatado que contaba con la guinda de una canción escrita por Miguel Mihura y musicada por Daniel Montorio y que tenía como título 'Pasodoble de los esqueletos'. El rescate de esta joya de una de las edades más doradas del cine español (coincidiendo con los últimos años de la República), sirve como uno de los ejes centrales del nuevo trabajo discográfico de Hidrogenesse, '¿De qué se ríen los españoles?. El otro punto central, que da pie a titular a susodicha obra de manera interpelativa y costumbrista, parte del resultado de crear la música para la exposición 'Humor absurdo. Una constelación del disparate en España', comisariada por Mery Cuesta en el Centro de Arte Dos de Mayo de Móstoles entre enero y junio de 2020. Un recorrido antológico por el humor más singular que ha circulado por los lienzos, escenarios, libros, periódicos y hasta televisores del país, trazando un recorrido más allá del formato en el que conviven Goya, Gomez De La Serna, Faemino y Cansado, Chiquito de la Calzada y muchos otros. Una forma de ver la vida pasar desde cierta distancia y pervirtiendo los códigos de lo absurdo y hasta lo trágico, que el dúo formado por Carlos Ballesteros y Genís Segarra - aún seguimos bailando al ritmo de 'Joterías bobas' (2019) - ha hecho suya de la manera más chipén.

El humor en la música no suele estar considerado como un elemento clave para sumar puntos en el baremo del canon, aunque existen ejemplos a lo largo del tiempo y el espacio de artistas que han facturado grandes canciones con la comedia como base (de Tom Lehrer a Emilio El Moro, pasando por los ya desparecidos Ganglios - Xoxé Tetano colabora activamente en el disco - e incluso vosotros mismos). ¿Por qué creéis que el humor cantado no es tomado tan en serio?

No lo sabemos y no lo entendemos, porque a nosotros nos parece muy importante. Es raro que nos gusten cosas sin mezcla de humor. También nos cuesta mucho tomarnos en serio las cosas serias. Aunque sean dramáticas. Lo mismo nos pasa con las cosas estrictamente cachondas. Muchas veces no sirven ni para divertirse. 

Hablando sobre de qué se ríen los españoles en la actualidad, ahora parece que está en boga el humor involuntario. Ese que practican políticos, opinadores profesionales, fabricantes de cacerolas…¿Qué os parece?

Bueno, ese humor no lo practican sus protagonistas. Lo hacemos los demás al encontrar humor en torpezas ajenas. La humanidad es un generador continuo de absurdo. Luis Carandell dedicó varios libros a recopilar absurdos españoles que encontraba en cartas de menú, anuncios, esquelas, notas en las porterías. Hoy en día todo eso lo encuentras en Twitter sin salir de casa. 

¿La cultura del “meme” está más cercana al absurdo o al hiperrealismo?

Los memes tiran mucho del collage y de sacar las cosas de contexto, como el humor absurdo. Lo diferente es que los memes se crean de manera más colectiva y caótica y van mutando.

El propio Pepe Rubianes dejó dicho que “de seguir vivo, estaría en prisión”. ¿Por qué creéis que ahora escuece tanto la irreverencia?

¿No ha sido así siempre? ¿No se han quemado discos desde que hay tocadiscos y libros desde que hay imprenta? Siempre hay gente dispuesta a tirar piedras. 

Portada de 'De qué se ríen los españoles'

La  portada de Agustin Ceretti  tiene mucho de película de Manolo Summers (pienso en ‘La Biblia en pasta’  o  en ‘¡To er mundo e güeno!’ y una pizca de Forges. ¿Buscábais algún tipo de estética en particular?

Buscábamos un grafismo que fuese divertido en sí mismo. Se lo pedimos a Ceretti porque hace muy bien eso: el propio trazo o diseño del texto ya dice algo. No hay que añadir mucho más. Lo entendió perfectamente. Nos dijo que la música sonaba a sintonía vieja de televisión, y acertó con el diseño. 

El recorrido del disco y de la exposición que ilustraba musicalmente incide en el humor singular, absurdo y disparatado. ¿Podríamos decir que es el tipo de humor mejor provisto para superar tiempos y modas y así perpetuarse?

El humor absurdo, como dice Mery Cuesta, la comisaría de la exposición, va hacia lo metafísico, habla del sentido de la vida y la muerte. La broma ilógica no depende mucho de la circunstancia. Es el propio absurdo el que da risa, sin necesidad de pillar el contexto social de cuando o dónde se produce.

Faemino y Cansado me dijeron en otra ocasión que “si practicas un humor absurdo y atemporal puedes funcionar toda la vida”. ¿Es lo que Hidrogenesse quiere aplicar a su música?

No tenemos un plan. Cada canción, cada disco, empieza como un problema nuevo y lo resolvemos en cada momento de diferente forma. No somos muy reflexivos. Nuestro único plan es: continuar.

¿Conocéis la teoría  que sugiere que Colón era el heterónimo aventurero de un terrateniente gallego llamado Pedro Madruga? ¿O mejor pensar que en realidad pudo ser una mujer como contaba Maria Dolores de La Fe? De todas formas, su figura aparece ahora mismo exenta de todo humor a raíz de lo que ha pasado recientemente en Estados Unidos, estando en el punto de mira de los revisionistas…

Colón no nos interesa en absoluto. Nos interesa María Dolores de la Fe, tan ingeniosa y divertida, inventando esa historia y llevándola hasta el límite de la lógica cuando exclama orgullosa “Soy Una Señora” (que tiene las mismas siglas que “soy un señor” pero ya qué más da después de lo bien que ha hablado).

Con el ‘Pasodoble de los esqueletos’ cristaliza, a partir de una recreación, todo el universo estético de Hidrogenesse: pop sintético, armazón de cancionero popular, humor ácido…Hasta podría funcionar como un apéndice (con perdón) de ‘Joterías bobas’ ¿No?

Pues sí, en cuanto oímos la canción dijimos “vamos a cantarla”. Ya es nuestra, una más. Nos sentimos cómodos con ella porque no es perfecta ni espectacular, como las nuestras. 

La versatilidad y diversidad de la galería de humoristas y personajes que recorren la exposición y los surcos de vuestro disco tienen como nexo de union la singularidad. ¿Creéis que debería ser el valor a reivindicar en un mundo tan homogéneo, híper conectado y circunspecto como el que nos has tocado vivir?

Para entrar en antologías y pasar a la historia es mejor la singularidad, sí. Pero para el día a día no estamos tan seguros. La gente dice que quiere diversity, pero lo justo: que nos pasemos, nos dicen. Luego lo más gusta es lo común. Normal, ¿no?