Extraperlo: Ciudad sin fin

Extraperlo. Foto: Chus Antón

Un fotograma del cortometraje Jolly Boy Friday, con el propio director y escritor del film Weston Razooli a lomos de una moto de gran cilindrada, ilustra la portada de 'Chill aquí' (Canada, 2016), el disco de regreso de Extraperlo. Una captura borrosa, cazada al vuelo y con decidido aire retro, de una cinta que perfectamente podría incluir en su score los primeros acordes de 'Algo distinto', el primer corte del nuevo álbum del grupo barcelonés. Una música que combina cócteles sonoros del pasado con la guinda de un acabado formal y estético de presente y futuro, nada ajeno a ese pop vanguardista con el que se autodefinen en su nota de prensa. Han pasado cuatro años desde la publicación de 'Delirio Específico' (Canada, 2012) que contó a los mandos de la producción con las estimulantes e imaginativas maniobras orquestales de El Guincho, pero los componentes de Extraperlo, Alba Blasi (sintetizadores), Aleix Clavera (bajo), Borja Rosal (voz y guitarra), Cacho Salvador (guitarra) y Pau Riutort (batería y programaciones), no han parado quietos, formando parte de otros proyectos como Capitán, Ulldeter o Elsa de Alfonso y los Prestigio. Aunque la pulsión que les ha empujado a volver a publicar canciones "estraperlistas" siempre ha estado ahí. "Nunca hemos pensado en dejar de componer canciones como Extraperlo y los otros proyectos nos quitan tiempo pero siempre volvemos a ponernos".

Portada de 'Chill aquí'.
Portada de 'Chill aquí'.

Al habla Borja Rosal, voz cantante de la banda, rubicundo Rodrigo De Lorenzo de nuestro tiempo, quien canta con su voz de crooner de camisa blanca "cuando vuelvo aquí, la ciudad me parece tan diferente", en 'Ciudad oasis', canción cuyo título remite a una de las bandas injustamente menos reivindicadas del pop en castellano, aunque parece que aún estamos a tiempo de remediarlo. De Lorenzo, otrora líder de Ciudad Jardín, y que ahora ejerce de profesor de música en un instituto madrileño, decía que "un ritmo muy sencillo puede ser muy estimulante con mínimas variaciones". Insistiendo en los paralelismos con los autores de 'Dame calidad', el sonido de Extraperlo va un poco por esta senda. "Sí, siempre intentábamos componer ritmos interesantes haciéndolos algo complicados. Después de estar analizando muchos discos que nos gustaban de pop, nos dimos cuenta que los ritmos funcionaban mejor cuando parecían muy sencillos pero en realidad tenían algo interesante escondido. Hay muchas maneras de componer, pero en éste último disco hemos trabajado precisamente en éste aspecto". A vueltas con lo oculto, lo que no llega a trascender, ya que la historia de la música la escriben los vencedores, Borja Rosal también es partidario de reivindicar. "Hay muchos grupos a reivindicar, lo que pasa es que lo que normalmente lo más interesante queda escondido. Porque suele ser más difícil de digerir o de explicar. Muchos grupos van dirigidos al gran público y luego resulta que el gran público no entiende su propuesta".

[pull_quote_left]Muchos grupos van dirigidos al gran público y luego resulta que el gran público no entiende su propuesta[/pull_quote_left]

Según la Wikipedia, el Chill out es "un género musical contemporáneo que engloba a gran cantidad de vertientes dispares de géneros musicales con un rasgo en común: su composición armoniosa y relajada". Entonces ¿qué es el 'Chill aquí'?. "El título juega con lo de estar a gusto, descansar, y el aquí, es hacerlo a tu manera, el toque mediterráneo que le damos siempre a los temas y la producción. Solemos escoger títulos de disco que puedan decir muchas cosas o muy pocas dependiendo del punto de vista. Que tenga sentido desde el punto de vista frívolo y desde el punto de vista pretencioso. Supongo que esta dicotomía describe un poco nuestro carácter como grupo". A priori, las canciones de Extraperlo son ideales para bailarlas en una terraza de verano a la brisa del mar. Escuchen, si acaso, el contoneo elegante de los teclados de 'Ritmo privado'. En cambio, la intención de la banda parece otra: probarse más allá de contextos que imbriquen situaciones vitales con momentos musicales. "Queríamos que el disco fuera escuchado no como algo interesante o que escuchas dos veces. A veces encontrábamos partes que nos gustaban, pero al final las descartábamos para que la escucha fuera más fácil. Supongo que puedes escucharlo mientras trabajas, mientras descansas. Cualquier música que se le ocurra a uno es válida, pero teníamos curiosidad sobre porque algunas canciones suenan en un bar y a todo el mundo le suenan raras y en cambio, a otras la gente estaba habituada. No interesa lo bueno y lo malo de eso".

unspecifiedLas canciones de este disco tienen un aroma a los álbumes de música pop italiana que se facturaban a principios de los 80. Hace poco Antonio Galvañ de Parade, nos hablaba de Matia Bazar y concluía que las apariencias "soft" muchas veces engañan. Con las canciones de 'Chill aquí' otro nombre que puede salir a colación es del Sergio Caputo de  'Sabato italiano', aunque los referentes italianos reconocidos por Extraperlo son otros: "Teniamos algunos discos de música italiana como referencia. De Lucio BattistiClaudio Baglioni o Tony Esposito. Las letras también son mas descarnadas en este disco, nos hacía gracia lo romántico, nos parece kitsch, antiguo pero a la vez puede seguir siendo bonito". Estas referencias "soft" son más bien parte de un plan para crear un puzzle de moderna temporalidad. "Utilizamos estas referencias como clichés, pero desde el punto de vista nuestro actual. Es como jugar a hacer collages consiguiendo mezclas extrañas. Supongo que nos da un sonido particular". Incluso, las canciones de este álbum tienen un punto más físico gracias especialmente a una vuelta de tuerca en la sección rítmica, véase en la fantasía sensual de '¿Y si fuera una mujer?', la cadencia casi funk de 'Chill aquí', o el punch de 'Mecánica moderna'. "El ritmo esta grabado con una batería acústica. Nos dimos cuenta que ensayando sin caja de ritmos teníamos un groove muy bueno y pensamos en, al menos en este disco, dejarnos llevar con un estilo que de entrada nos parecía clásico. Anteriormente siempre producíamos ritmos pensando en hacer cosas nuevas y con sonidos nuevos. En este disco hemos utilizado las técnicas de los 70 para grabar como una banda para luego proponer cosas interesantes con el resto de la producción".

[pull_quote_left]Con tu ciudad acabas teniendo una relación como con un amigo o una pareja[/pull_quote_left]

A su vez han puesto la carne en el asador con unas letras que inciden en los temas amorosos y emocionales desde distintas perspectivas: la del deseo, '¿Y si fuera una mujer?, o el desdén, 'No me toques por la espalda'. También se trata de canciones con las que querían hablar de un proceso de búsqueda, y sobre el hecho de afrontar decisiones que lleven a conectar con algo diferente y que se extrapolan a cierto contexto, algo estancado, en el que se encontraba su ciudad, Barcelona: ojo a las ya mencionadas 'Algo distinto''Ciudad Oasis'. La ascendencia del paisaje urbano de la ciudad Condal y su influencia en las ideas y las emociones de los miembros de la banda:"Pensamos que con tu ciudad acabas teniendo una relación como con un amigo o una pareja. Lo admiras pero a veces te parece ridículo, a veces te enfadas con él".

La canción que destilan para cerrar la discoteca es 'Klavier', tema que sirve tanto como para dibujar un entorno musical ideal, surtido de manjares y cócteles varios, como para idealizar o imaginar un futuro incierto y lejano, pero posible: "Dentro de este bar, los deseos no envejecerán...". "Klavier es un piano-bar de Barcelona donde el pianista (Joan Miró, anterior miembro del grupo de rock Lone Star) toca canciones de una lista y el público las canta. Es un lugar muy distinto a un karaoke, la gente no quiere hacer el ridículo, quieren pasarlo bien pero que la canción quede decente y la cantan con pasión, muchos boleros y canción melódica. Se juntan personas de distintas generaciones. Eso nos parece interesante, que en los lugares se encuentre una persona de 50 con una de 30 y puedan conversar en un contexto festivo. Este contexto lo utilizamos para imaginarnos como seremos a los 50".