El Ser Humano / El Ser Humano

Foto: Stella Blasco Berlanga
Portada de 'El Ser Humano'.

Gonzalo Fuster tiene un mystique determinado, y pienso que estará ahí por absolutamente un tiempo largo. Gonzalo tiene un aura que lo ilumina absolutamente todo. Un extraño mystique que hace sonreír a mi profesora de antropología, por ejemplo, ese día en que le propuse leer la letra de 'Levi-Strauss'. Aún recuerdo que me dijo que no entendía nada, pero volvería a analizarla. Pero hubo segunda escucha y fui espectador de como unos labios temblaban siguiendo esos ritmos sincopados. Me gané buena nota ese año.

 A Gon le gusta rimar "para encorsetar lo imposible", y sus versos son aparentemente sencillos pero esconden misterios. Escribe en un lenguaje cristalino en el que uno se refleja para devolverle su peor versión. Inexorablemente. En su último disco 'El Ser Humano' (Luscinia Discos, 2018) - triple CD aunque dura lo justo - es capaz de pergeñar historias bizarras de telepatía haciendo uso de un noble utillaje narrativo que desemboca en canción denuncia ('Hangares') con una fantástica banda -estupendos los arreglos de guitarra eléctrica por parte de Dani Odisseu - que recrea la calma y los remolinos furiosos panorámicos a la manera de unos The Bad Seeds.
El valenciano también recurre a la naturaleza para esculpir viñetas de extrañamiento ('Agua', y la melancolía fronteriza de 'Mar' que me recuerdan a los estupendos La Búsqueda), y corona uno de sus Everest trasladando sobre el papel expansivas estampas "Mar, junto al mar/como torres estamos erguidos/y el mar golpeará/erosionando los cinco sentidos/resumiéndonos en olvido". Sencillez formal y un calado emocional devastador. Gonzalo es consciente de que su voz - dúctil y siempre entonando bien alto - tiene suficiente recorrido para estrujar los contornos de las canciones, pero hace bien en medir su fraseo que en ocasiones recuerda a Morrissey y en otras al siempre añorado Manolo Martínez, de Astrud (referentes, sospecho, de El Ser Humano), y en la estupenda 'Abducido'. Voz y arreglos me hacen pensar en si también están The Blue Nile en su lista de favoritos. Un disco que exalta sentimientos genuinos, y al frente una voz que se abre paso para escenificar el alineamiento. Un mystique