Cuerda es el actual proyecto musical de Paco Cuerda (Pinball Wizards, Travolta, Buenos Días Darling), un viejo conocido de la escena albaceteña, que sin hacer demasiado ruido acaba de firmar un disco de exuberante y delicado pop. 'En la niebla' (Ediciones Edison) es una colección de canciones talladas con la rara mezcla de precisión y mimo que sólo mantienen algunos artesanos. Un disco capaz de cambiar la temperatura y la composición del espacio en el que suena.
El realizador Luis Alfaro habla con Paco Cuerda de su última obra y, animados por la charla, el vino y las raciones de caracoles, nos ofrecen el documento de cómo acabó aquella tarde, con Cuerda tocando 'Los días en que silbabais vuestra canción', en un directo improvisado en la Sala Heartbreak (Albacete), en exclusiva para Town Feeling.
Han pasado más de tres años desde que publicaste tu anterior trabajo entonces al frente de Buenos Días Darling. ¿Qué ha cambiado desde entonces?
En cuanto a la composición, he seguido el mismo proceso, hacer en casa las canciones y arreglos, eso ha sido igual que siempre. Para la grabación y producción del disco he vuelto a contar con Miguel A. Gascón y con su estudio, Calypso Studios. La novedad es que lo he editado a través de Ediciones Edison, un pequeño sello que ha puesto en marcha Miguel y que el trabajo de portada y maquetación lo ha realizado Julia G. Núñez. En las sesiones me han ayudado los mismos músicos, además de Luismi, que ha grabado unos arreglos de trompa, y de Juan Carlos Rodríguez (Chucho), que ha grabado la mayoría de los bajos.
[pull_quote_left]Es un disco mucho más cuidado y más orgánico. Esa era la idea, exponerlo de forma que quien lo escuche pueda entrar en él y se deje sorprender entre toda la bruma[/pull_quote_left]
Según tengo entendido este disco iba a ser el segundo de Buenos Días Darling, pero el grupo acabó disolviéndose durante la grabación. ¿Cómo ha afectado eso al disco?
En realidad vimos que no íbamos a poder continuar cuando las sesiones de grabación estaban hechas, quedaban las mezclas que las hacemos Miguel A.G. y yo, así que entiendo que no ha cambiado mucho el resultado del disco. Para los directos me gustaba mucho la idea de defenderlo en formato trío y así lo he preparado junto con Toñi (voz, teclados, percusión y melódica) y Emilio Gómez (bajo y percusión), que han sabido encajar perfectamente las canciones a este formato. Estamos muy contentos con los conciertos.
Este disco mantiene aún así las señas de identidad de vuestro trabajo anterior: un pop sofisticado y abierto a la exploración en cada tema, arreglos meticulosos y con cierto gusto hacia la orquestación. Letras entre lo íntimo y lo cotidiano, y sobre todo esos coros con sabor a lírica y las líneas de acordeón que marcan de alguna manera el hecho diferencial de Cuerda y que lo emparentan con su antecesor Buenos Días Darling.
El hecho de que yo componga los temas y los arreglos supone que muchas cosas se mantienen. Quizá cambie más la posibilidad de probar con otros instrumentos como el piano, la trompa o el hammond, que aparecen en este disco y tienen más presencia en los conciertos. También ha habido un gran cambio en la forma de grabar las canciones: a Miguel A. G. y a mí nos apetecía mucho hacer las bases tocando todos juntos y utilizando espacios diferentes para aprovechar diferentes acústicas en función de cada canción. Así lo enfocamos desde el principio hasta las mezclas. El resultado creo que es un disco mucho más cuidado y más orgánico. Esa era la idea, exponerlo de forma que quien lo escuche pueda entrar en él y se deje sorprender entre toda la bruma.
Por otro lado, le doy mucha importancia a las voces en las canciones, me ayudan mucho a la hora de transmitir diferentes ideas que cuentan las letras, me gusta jugar con los diferentes colores y matices que sólo puedes encontrar en la voz. Hablábamos mucho del papel que tenían las voces en presentar diferentes paisajes, diferentes escenas, que es en gran parte la temática de las letras.
Encuentro en este disco guiños a la música popular en un sentido amplio, desde el folk a la canción mediterránea o en ocasiones remitentes de músicas de raíz americanas. Haznos una disección de referencias.
Para mí es muy difícil saber qué influencias de todo lo que escucho o he escuchado están más presentes, supongo que todas de algún modo. Es cierto que el folclore y la música popular aparecen por todos lados, las llevo escuchando desde siempre junto a la música española e italiana de los 70 y trabajo con distintos cancioneros diariamente. Puedo decirte que me gusta mucho la música antigua y del Renacimiento, además del periodo clásico y más cercanas y orquestales, no sé de qué forma estarán presentes pero seguro que rascando…
Mi época fueron los 90 (grunge, indie…), así que de ahí saldrá un poco la anarquía en cuanto a la forma de las canciones, como me dijeron al terminar un concierto hace unos días. La música de los 50 y de los 60 me marcó mucho cuando la descubrí, la americana en el primer caso y también la británica en el segundo.
Los últimos discos que he comprado han sido un vinilo de Leonard Cohen (concierto en Londres de 1972) y otro de Gillespie que me traje de Bora-Bora estas navidades. Ayer fui a comprar el último de M. Ward, lo descubrí hace diez años junto con Richard Hawley y Micah P. Hinson y así sigo, hasta hoy. Belle and Sebastian, Gorky's Zygotic Mynci o Franco Battiato son nombres que me han comentado personas después de escuchar el disco o tras un concierto. ¡Bienvenidos todos!
[pull_quote_right]Me gusta tener algo que contar y lo hago a través de ellas por lo que deben caminar libremente, pidiendo lo que necesiten, incluso si es otra voz la que debe contarlo[/pull_quote_right]
El disco tiene un arco sonoro amplísimo. Encontramos desde el tono infantil y naif de 'Un animal', el toque swing de 'He vuelto a perder' o el pulso pop de 'La quijada y el amor', pero a la vez mantiene una personalidad propia y un sonido coherente. ¿Qué decisiones habéis tomado en este sentido? ¿Cómo se consigue mantener esa libertad en cada canción sin que suene a recopilatorio, en el que cada tema lucha por imponer su propia personalidad?
Entiendo que cada canción es única, tanto la música como la letra. Me gusta tener algo que contar y lo hago a través de ellas por lo que deben caminar libremente, pidiendo lo que necesiten, incluso si es otra voz la que debe contarlo como ocurre en dos de los temas del disco. A partir de ahí, Miguel A. G. y yo hablamos mucho para hacer la línea de todo el trabajo en el estudio.
Es inevitable encontrar en el disco referencias musicales locales. ¿Qué elementos del "Albacete sound" eres capaz de reconocer en el disco? Un animal es quizás el tema más "Chuchero" del disco, y hay letras que emparentan también con la escuela Alfaro, con alusiones a lo animal, a la tormenta, a la búsqueda de uno mismo... ¿Eres consciente de ser parte de esa tradición musical?
Albacete tiene un sonido reconocible y eso es algo de lo que sentirte orgulloso como albaceteño. Además, no sólo en este estilo de música. La verdad es que no soy muy consciente, tampoco me paro a pensarlo. Unos ven esa tradición más que otros y estoy seguro de que algo hay, tiene que ser así y bienvenido. Al fin y al cabo escuchaba (y pinchaba) esos discos y puse mi granito de arena en Travolta.
Precisamente compartiste banda con Joaquín Pascual y Carlos Cuevas (ambos ex Surfin Bichos) en Travolta. ¿Cómo fue aquella etapa?
La recuerdo con mucho cariño. Además, coincidió en una etapa de muchos cambios en lo personal y laboral, lo viví todo muy intensamente. Hacer música con Joaquín y Carlos fue un placer, procuraba estar atento y empaparme de todo lo que saben hacer tan bien: emocionar. Disfruté mucho con ellos en las giras de los discos, publicamos dos, y hoy sigo pensando que 'El efecto amor' está lleno de canciones geniales.
¿Qué puedes decir que aprendiste de alguien como Joaquín Pascual, de una generación anterior y un recorrido y experiencia musical tan amplio?
Sobre todo a respetar la canción desde el principio, desde que haces los primeros arreglos hasta que la llevas al estudio y finalmente la muestras en directo. Es necesario aprender a buscar lo mejor que puedes ofrecer y eso te lo enseña gente con experiencia como Joaquín y Carlos. Aprendí mucho del proceso de grabación, cómo encontrar el sonido probando distintos instrumentos y micrófonos, disfruté las horas de estudio y pude estar también en las mezclas de los temas. Es algo que me sigue pasando con Miguel A. G., las giras fueron emocionantes y pude tocar en salas en las que no había estado nunca. Me lo pasé muy bien.
[pull_quote_left](La trayectoria musical) es todo un viaje, lo que te ocurre desde que empiezas con amigos en el trastero de tu casa, descubriendo guitarras y distorsiones y lo emocionante que es tocar en directo, hasta que lo aceptas como forma de vida[/pull_quote_left]
Sé que tú también llevas a cuestas una larga y variada trayectoria. Te he conocido como líder de tu primera banda, todavía en el instituto, como músico busca vidas orquestero, como guitarra en Travolta, y últimamente liderando tu propio proyecto. Dime una cosa que hayas aprendido en cada etapa y que te haya acompañado desde entonces.
Desde luego es todo un viaje, lo que te ocurre desde que empiezas con amigos en el trastero de tu casa, descubriendo guitarras y distorsiones y lo emocionante que es tocar en directo, hasta que lo aceptas como forma de vida, como quién eres.
Con mis primeras bandas como Sin Comentarios y otros grupos como Krill, Rojo, Crampones o Pinball Wizards comencé a hacer canciones y letras y me formé como guitarrista, aprendiendo diferentes maneras de tocar. La orquesta me enseñó a administrar el dinero, pagar facturas… Vaya, que pude emanciparme. Además, la formábamos amigos, fue todo muy loco.
Ya he contado la honestidad y el respeto a tu trabajo que aprendí en Travolta, ese enfoque era algo que estaba buscando desde hacía tiempo y tuve la suerte de que contaran conmigo. Ahora es como si todo empezara, aunque todo lo demás esté presente, es una sensación inquietante y muy viva, con la que disfruto realmente.
Escuchando 'En la niebla estamos bien', que además da título de alguna forma al disco, me daba la sensación de que admitía una lectura meta musical. Quiero decir, ¿Cuerda se siente a gusto en la niebla? Me refiero a que es difícil la posición intermedia de grupos del tamaño de Cuerda, que no son exactamente bandas de principiantes dispuestas a tocar en cualquier sitio y en cualquier circunstancia, pero tampoco tienen una posición suficiente como para disponer de un público y un circuito de salas que apueste por este tipo de proyectos. ¿Cómo se lleva esto?
Soy consciente de que es un proyecto que tiene poco de inmediato y que necesita tiempo, no creo que tuviera sentido de otra forma. Quiero que llegue a mucha gente y empieza a hacerlo, es la sensación que tengo después de cada concierto y por los comentarios de la gente que se acerca a escucharnos y sale comprando el disco. Para mí es alentador, afortunadamente somos muchos los que nos encontramos bien en la "niebla" y me alegra encontrar espacios que programen este tipo de conciertos. Me encuentro muy cómodo de esta manera, es como siempre lo he hecho, ya sea tocando o yendo a un concierto.
[pull_quote_right]Está más que demostrada la vital importancia que tiene la educación artística en la primera etapa de la formación de una persona y es en lo que centro todos mis esfuerzos[/pull_quote_right]
Tú eres maestro de música. ¿Cómo vives como artista y como profesor la reducción del papel de la música en el sistema educativo?
Mal, y es un tema demasiado serio. El sistema educativo pretende formar el modelo de sociedad de cada país y el nuestro pretende hacerlo sin contar con la educación artística. Yo no lo concibo así y por tanto no lo comparto. A partir de ahí que cada uno saque sus propias conclusiones.Está más que demostrada la vital importancia que tiene la educación artística en la primera etapa de la formación de una persona y es en lo que centro todos mis esfuerzos, utilizando la música popular para mostrar otros lenguajes con los que los alumnos puedan expresar libremente su mundo interior, sus ideas y emociones, acercarles a algo que les pertenece, que es suyo, que les permita ser parte activa de la sociedad… ¿Interesa?
Háblanos de Los días en que silbabais vuestra canción, que es el tema que presentáis en directo para acompañar a esta entrevista. Cómo nace, de qué habla su letra sugerente pero abierta al misterio. Creo que es la que tiene una producción más desnuda en el disco. ¿Cómo se tiene la intuición de que hay temas que es mejor mantener con lo mínimo, frente a otros que crecen al arreglarlos en el estudio con capas y capas de instrumentos?
Sí, está muy desnuda, tenía que ser así. En realidad quería hacer un guiño a los músicos antiguos que iban por los pueblos contando historias entre lo inventado y lo acontecido, un poco juglar y trovador. La letra sitúa una escena y unos personajes inventados en una historia en parte real y en parte imaginada, adornada, como hacían por entonces. Para el sonido sólo tuve que ponerme en manos de Miguel, que supo hacer enorme para el oído algo tan pequeño.
