Más allá de sus aventuras transoceánicas como ilustrador y diseñador gráfico y su labor de acolchador del burbujeante sonido de Papaya , el bonaerense con residencia en España, Sebastian Litmanovich mantiene con lúbrica estoicidad su proyecto musical en solitario Cineplexx. Desde que debutara allá por 2001 con la electrónica abstracta de 'Electrocardiograma' y se dejara llevar por el pop más bailable con discos como 'Picnic' (2007) o 'Florianópolis' (2014), su suntuoso recorrido por la melodía más animosa, los ritmos calientes y el aroma discotequero que se arrima sin complejos al trote de un Pino D´Angio más latino que mediterráneo, adquiere forma de artefacto expansivo en su flamante nuevo trabajo 'Solo olas' (2019).
Las canciones de ‘Solo olas’ están plagadas de contradicciones emocionales. ¿Una visión perpleja de las relaciones cortoplacistas y del amor en tiempos de Tinder?
Yo pienso que el amor en si mismo esta plagado de contradicciones, y siendo un álbum de canciones de amor eso se nota más y más. Cierto que tiene algo de esta época que es más veloz, efímera e individualista. Eso sí, el Tinder no lo utilicé nunca, soy demasiado tímido para eso (ríe), me siento más cómodo conociendo a la gente en persona, casualmente.

En tu caso, los featurings féminos (La Bien Querida, Kela, Soleá Morente y Linda Mirada) están muy bien tirados y dan el contrapunto acertado a los sinsabores de un hombre que permanece en permanente tira y afloja con sus lagunas sentimentales. Pero ¿no crees que en la música pop actual se abusa un poco de las colaboraciones? ¿Es difícil encontrar su punto de cocción correcto más allá del mero hecho de contentar a fans de cada músico participante?
Puede ser, pero veo más positivo que negativo el asunto de las colaboraciones, especialmente en proyectos solistas. Mi criterio es simplemente si la canción necesita esa voz femenina, si el relato lo pide. Siempre intento incorporar colaboraciones en mis álbumes justamente por no sentirme tan solo musicalmente, y también porque siempre es un desafío de producción, especialmente en los duetos, no es nada fácil conseguir el balance entre diferentes voces y siempre acaba siendo un buen aprendizaje, y en muchas ocasiones el inicio de una bonita amistad con gente que admiro y me interesa colaborar. Desde que me fui sumergiendo en la canción pop (que es lo que me interesa) desde mi álbum Picnic (2010) en adelante siempre intento tener colaboradores, en general voces femeninas como Cathy Claret, Lupe (de Amor de Días), Natalia Clavier y más tarde Linda Mirada, La Bien Querida, Soleá Morente, Kela, Victoria Lucía, aunque hubo una excepción maravillosa en 'Tiger trap' (single editado en 2010 por Cherry Red) con Douglas Stewart (de BMX Bandits) y Norman Blake (de Teenage Fanclub) y en 'Picnic' con las voces marcianas de Jad Fair (Half Japanese).
¿La voz de estas canciones se dirige a alguien en particular o se trata de instantáneas genéricas e impersonales que buscan que el oyente se sienta aludido de una u otra manera?
Más lo segundo que lo primero, el relato generalmente son fragmentos mezclados de ideas, situaciones, fantasías y algo de realidad. Trabajo en función de la canción, lo que me pida la canción va a misa, indistintamente de si es real o no. Supongo que hay un aspecto real o biográfico en la elección de la temática y en la interpretación, pero la historia es un collage que no busca ser fiel a la realidad sino solamente a lo que el album o la canción me pide.


El ambiente de ‘Solo Olas’ es eminentemente nocturno: fiestas, clubes, bailes de madrugada… Supongo que por deformación profesional es el mundo que mejor conoces. ¿No?
En parte, así es. La noche siempre se presenta un poco como aventura y un poco como pesadilla (cuando hablamos del aspecto laboral que a veces es agotador), me encantaría tener una vida mas diurna pero mi trabajo me requiere activo por las noches, aunque siempre prefiero pasar las noches tranquilo en casa que dando vueltas por ahí. Por ejemplo, teniendo un estudio casero me resulta mejor trabajar por la noche cuando hay un gran silencio en la ciudad.
También hay mucho de ambiente marino en las tonadas. Desde las playas a la costa, con sus orillas y las olas que rompen y se van. ¿El mar y sus circunstancias cómo elemento para extraer mil y una metáforas?
Así es, las olas como metáfora del cambio constante, de lo efímero pero también de bello e hipnótico. Aparte el mar en mi vida tiene mucho que ver con mi infancia, con la libertad que vivía desde muy pequeño durante los largos meses de vacaciones que pasaba en la costa. Con cinco o seis años de edad ya me sentía muy independiente y libre gracias a la gran confianza que tenían mis padres en mí, ya que me dejaban rajarme por ahí todo el día. El mar es parte de mi ADN y siempre lo asocio al paso del tiempo y los cambios.


En ‘Perdido’ guiñas un ojo al Trap y a la nueva música urbana. ¿Por qué crees que en determinados sectores se mira con desdén hacia esa escena? ¿Resulta imposible quitarle el velo a modernos y snobs?
Bueno son prejuicios habituales, cuando cambia un poco la tendencia, lo mismo pasaba con el rock en sus inicios. A mí me gustan todos los géneros en realidad, quizás no soy fan del heavy metal tan solo porque me resulta estruendoso y nunca entendí que haga falta decir algo a los gritos, pero vamos lo respeto y lo he escuchado mucho también, hasta speed metal y todo.
Yo escucho bastante música latina y el reggaeton me entró naturalmente, también porque amo el reggae en general y de ahí viene. El trap lo mismo, actualmente estoy produciendo el debut de Kela que es justamente ese mundo sonoro, y por eso ella está en 'Perdido'.
En relación a esto, ¿crees que el rock es ya una cosa antigua para gente mayor?
¡Puede ser! Ahora mismo me parece retro publicar un album en lugar de singles, pero en realidad simplemente sigue fragmentandose el publico, siempre habrá gente que quiera rock, canciones, álbumes, guitarras, pero claramente ya no es el único camino, y eso siempre me parecerá genial, ampliar las opciones.
El hecho de trabajar como Juan Palomo (“yo me lo guiso yo me lo como”) debe ser excitante pero a la vez frustrante (por los numerosos ensayos y errores que deben aparecer). ¿Como te sientes cuando das por terminado un disco?
Si así es, el lado pesado del proyecto solista es ese, tomar todas las decisiones solo es agotador y a veces frustrante, por eso siempre tengo amigos que me apoyan en ese proceso, les enseño lo que voy haciendo constantemente (¡pobres!).
Cuando termino un álbum siento una mezcla de alivio y pérdida. Son muchos meses de obsesión con cada detalle y de pronto terminas el proceso y aparece el vacío, como cuando acabas cualquier etapa de la vida. Es agridulce.
Muchas de estas canciones son potencialmente carne de remezcla. Pienso en ‘Espectacular’ o ‘Ya no sé’. Si pudieras pedir tres deseos, ¿quien te gustaría que pillara estas canciones y las hiciera suyas vía remezcla?
Pues asi a lo loco, a nivel internacionales, me super encantaría contar con remixes de Bomba Estéreo, Matias Aguayo, Bellecour, The Black Madonna, Dr Packer, Kraak & Smaak o Purple Disco Machine, por ejemplo. ¡A nivel nacional no te lo digo porque lo intentaré!
Con lo latino en la cresta de la ola, con la recuperación de joyas del pasado escuela Elia y Elizabeth o Los Iracundos, junto a los artistas que copan el billboard cómo J. Balvin, Rosalía… ¿Se trata de la foto ideal para que proyectos como Cineplexx puedan surfear largo y profundo o lo tuyo va por otros derroteros?
No tengo idea si el contexto es ideal o no, o que recepción puede tener mi trabajo, eso no esta en mis manos. Ciertamente estos artistas que mencionas son de mis preferidos y los revisito en mi segmento mensual Latineando con Cineplexx en Radio 3. en el reciente episodio hablé de Los Iracundos.
La verdad es que cuando hago un álbum, empiezo sin ninguna idea concreta y las propias canciones me van orientando. Luego ya todo empieza a encajar, pero sí que tengo una tendencia clara hacia la canción melódica y la música disco de los 70's y 80's, todo mezclado con la música que me interesa en ese momento. No tengo un plan de marketing o de producción cuando trabajo con Cineplexx, intento dejar que fluya y poder descubrir poco a poco para adonde me van a llevar esas olas.