Caballero Reynaldo: Clásico con magdalenas

Caballero Reynaldo.

Algo más de 20 años, desde que se editara en 1995, 'Clásico con Twist', lleva Luis González (Cuenca, 1962) publicando canciones bajo el sobrenombre de Caballero Reynaldo, bien en solitario o bien en compañía de otros como Los Visionarios, The Grand Kazoo o el Visionario de Lupa. Atesora una obra rica y variada, como la mejor dieta mediterránea, y con la que ha transitado estilos (del cabaret a la música medieval), géneros y homenajes (véanse sus discos nutridos con adaptaciones y bifurcaciones sonoras de temas de Yes, Ilegales, Frank Zappa..), con una constante clara: sorprender al más pintado. Puede que no haya músico en la escena, más prolífico que Caballero Reynaldo. "En absoluto, hay unos cuantos: R. Stevie Moore y Bill Nelson llevan como 150 álbumes y Rick Wakeman más si cabe, y músicos de bandas sonoras, jingles de radio, entre otros. ¡Los hay a montones por ahí y son mucho más que prolíficos!". Podríamos ponerle una pega a Caballero Reynaldo en su respuesta, ya que los tres músicos que cita son bastante más talluditos que él y probablemente, y al ritmo que lleva, todo se andará.

Portada de 'Plays Zappa?'
Portada de 'Plays Zappa?'

Su ritmo editorial ha cogido (aún más) carrerilla en este 2016, dónde, precisamente para celebrar sus más de dos décadas de trayectoria discográfica (descontemos aquí su labor al bajo en Mar otra vez, sus discos con Amor Sucio o las colaboraciones con el gran Malcolm Scarpa), tiene previsto publicar una serie de álbumes "basados en nuevas grabaciones con nuevos arreglos, nuevas re-lecturas, re-construcciones, re-fritos y vueltas de tuerca de toda su discografía", tal y como comenta en sus misivas promocionales. El primero de ellos es 'Plays Zappa?' (Hall Of Fame, 2016), con el que revisita a Frank Zappa, del que ya había absorbido, estrujado y reciclado varias canciones en discos anteriores, como los que publicó con The Grand Kazoo ( juego de palabras basado en 'The Grand Wazoo', disco de 1972 de Zappa). El bardo de Baltimore, hombre con verbo de fácil soltura, cuyo efecto era, en ocasiones, corrosivo, dijo en cierta ocasión que "El arte es hacer algo de la nada y venderlo". De eso, Caballero Reynaldo debe saber mucho, ya que se dedica a expender su propia música (y la de otros), a través de la discográfica Hall Of Fame, rebosante de material en su catálogo, tanto en ediciones sencillas como más bien lujosas, y dispuesto a saciar la curiosidad sonora de su potencial cliente.  "Debería saber, si, porque llevo 25 años involucrado en el negocio musical, pero no he aprendido nada, te lo juro, soy malísimo como empresario".

Zappa dijo también que no quería que se le recordara. ¿Para qué, entonces, afrontar la ardua tarea de hacer discos que queden registrados para la posteridad? "¿Dijo eso? Bueno, yo creo que a todos nos gusta que nos agasajen y ser reconocidos, pero ciertamente lo mejor de la creación artística es el proceso: idearlo y ejecutarlo. Una vez lo das por terminado solo sirve para recrearte en ello de nuevo de vez en cuando, pero con mucha menos intensidad y emoción. En mi caso publicar lotes de trabajo en álbumes es una forma de finiquitarlos, e intentar sacarles algún rédito, claro".

Caballero Reynaldo.
Caballero Reynaldo.

Puede parecer que habla el hombre de negocios más que el músico, pero no. Se trata de aprovechar con intensidad el proceso de la creación, de aventurarse en el desafío de originar algo nuevo, y con mucha suerte y algo de patrocinio, tener la posibilidad de trascender. Algo que es absolutamente imposible de alcanzar para el oyente "no músico". Frank Zappa es carne de Wikipedia, especialmente por su facilidad para dar titulares y sentenciar con frases concluyentes, casi en cada paso que realizó en su trayectoria. No en vano, llegó a postularse de forma independiente para presidir los EEUU. Aún con todo, a Caballero Reynaldo le interesa mucho más la vertiente estética de Zappa que sus ideas. "Efectivamente, considero que sus ideas las expresaba porque al hacerlo las convertía en armas publicitarias. No creo que le preocupase mucho lo que fuera del mundo, simplemente narraba lo que veía expresándolo desde su punto de vista, pero donde era feliz era con el papel pautado. Eso no quita que me diviertan sus letras, claro. Pero él mismo lo dijo muchas veces: hago letras porque si hago solo música instrumental no me voy a comer un colín, o algo así".

Frank Zappa, también es conocido por su ácido sentido del humor y su facilidad para los juegos de palabras. También acuñó aquello de "Todo el universo es una gran broma". Coincide con Caballero Reynaldo sobre la medida en que el sentido del humor es importante para concebir una canción pop. "A mí me cuesta horrores no darle un toque de humor a todo lo que hago, pero me gustan todo tipo de músicas. Muchas de ellas están totalmente exentas de sentido del humor e incluso de sentido del ritmo, que es casi pero, y me duele no poder expresarme así, algunas cosillas serias tengo en mi discografía, pero pocas, he de reconocerlo".

Suponemos que, más allá de las referencias ideológicas y las contradicciones que suscita su persona, también es importante desterrar los prejuicios y enfrentarse al Zappa "músico" con los oídos bien abiertos. "He notado que mucha gente tiene prejucios con Zappa. Yo, cuando lo descubrí no tenía ninguno ya, así que el encuentro fue de brazos abiertos de par en par. En general la gente es muy prejuiciosa con la música, las tendencias y las tribus se apoderan de la situación. Es aconsejable picar un poco de todo de vez en cuando, aunque sea a escondidas… lo más probable es que te lleves más de una sorpresa y te acabe fascinando lo que menos te esperas", observa Caballero Reynaldo, casi redefiniendo el concepto del "guilty pleasure".

[pull_quote_left]Aquí está todo inventado, dicho y redicho, la cuestión no es lo que digas sino como lo digas[/pull_quote_left]

'Plays Zappa?', en sintonía con el resto de aproximaciones de Caballero Reynaldo a otros músicos, es más un disco de adaptaciones, que de versiones. Acoge a los personajes y situaciones que retrató en su momento un tipo de Baltimore para acercarlos a un entorno reconocible y cercano: 'Loco Club', 'Las de las monjas', 'El garage de Luisgé'.  Por eso, quizás, el interrogante que aparece en el título. "Sí, el interrogante es eso, no es el primero que hacemos de esta forma, de Zappa es el octavo, y en castellano el tercero de ellos, pero hay más, con King Crimson, Yes, Motörhead, Ilegales, Malcolm Scarpa y otros. No me gusta versionear, aprovecho las canciones originales como materia prima con la que hacer discos propios. De alguna forma me aprovecho de la publicidad de las mismas paras soltar mi discurso. Incluso creo que copio menos con estos discos que con los de canciones propias. Me deja perplejo que se le dé valor hoy en día a lo de "canción propia", cuando en el 90% de los casos todo está más visto que el tebeo, musical y líricamente. Incluso los propios artistas se creen que la canción que están grabando es suya y ¡ha nacido de la nada!. Memeces, aquí está todo inventado, dicho y redicho. La cuestión no es lo que digas, sino cómo lo digas. Solo conozco un artista que crea melodías propias y nuevas prácticamente al 100%, Manoel Macía". Con quien, por cierto, ha colaborado en los alucinantes (y alucinados) discos de Los VisionariosCaballero Reynaldo, incluso a nivel sonoro, le da una vuelta de tuerca al imaginario Zappa: suena ecléctico como él, pero su pretensión es alejarse conscientemente a como sonaban las canciones originales del autor de 'Freak Out!'. En 'Plays Zappa?' hay reggae, rumba, cabaret pop, psicodelia doméstica y abundancia de guiños humorísticos. "Pues ya te digo, es una mera excusa que me sirve como publicidad", comenta sin tapujos.

Pauline Butcher y Frank Zappa.
Pauline Butcher y Frank Zappa.

En los últimos tiempos la figura de Frank Zappa ha saltado a la palestra, tras la publicación del libro, '¡Alucina!: Mi vida con Frank Zappa' de Pauline Butcher, quien trabajó algunos años como secretaria del músico, en la época de The Mothers Of The Invention, entre 1968 y 1972. Parece ser, tal y como se cuenta en esta otra entrevista, que la persona de Zappa (y el personaje) no sale muy bien parado. "Es un folletín de tres al cuarto, esta muchacha (hoy ya una mujer mayor) no se enteró de la misa la media entonces, y su visión de Zappa ahora es cuanto menos subjetiva y parcial. El libro lo ha redactado basándose en sus recuerdos y en las cartas que escribía a sus padres. A través de su libro se sacan conclusiones de prensa rosa como si en vez de Zappa se estuviera hablando de Jim Morrison o Julio Iglesias. Me ha costado cojón y medio leérmelo, muy aburrido. Esa época con Zappa no hay que contarla como si fueras Dickens, sino como Chiquito de la Calzada, por Dios. ¡Pero si aquellos años el entorno de Zappa era lo más caótico, desternillante y absurdo de todo el hippismo!". Caballero Reynaldo tampoco guarda predilección por cualquier otro acercamiento literario a la obra de Zappa. Prefiere ir directamente al hueso. "Me río mucho con ciertas letras, 'Titties & Beer', por ejemplo, (el demonio se escandaliza con un tipo que es capaz de venderle su alma a cambio de solo un par de tetas y cerveza), pero nunca les he dado la más mínima importancia. A mí lo que me gusta de Zappa es el abanico musical que abarca. Me hice fan porque me gustaba todo tipo de música. Con él me dije: coño, ¡no tengo que andar buscando ya más nada, con éste tengo de todo! (o casi)", comenta. Incluso tiene un recado para aquellos que creen que la música de Frank Zappa (especialmente sus devaneos progresivos) puede dar dolor de cabeza: "Son muy sensibles, de pequeños seguro que eran unos llorones. Pero Zappa tiene también música sencilla, eh, y mucha".

La actitud abierta y desprejuiciada de Zappa choca abiertamente con el indie que ha atravesado la industria "no tan comercial" (y más cercana a los posibles melómanos que revolotean el mundo del pop) de este país en los últimos 20 años. De hecho, su obra ha sido muy pocas veces reivindicada. "Lamentablemente eso está dejando de ocurrir y Zappa está saiiendo por todos lados, aunque no de la mejor forma a mi entender. Pero es que aquí en España somos muy de estereotipos y para que Zappa sea tu estereotipo tienes que ser bastantante payasote e intelectual a la vez, lo cual es complicado. Me acuerdo cuando no podías decir que te gustaba Johnny Cash porque hacías el ridículo y ahora ya ves, es todo un icono de la modernidad".

Frank Zappa también tuvo tiempo de soltar un par de perlas sobre la labor del periodismo musical: "El periodismo musical consiste en gente que no sabe escribir entrevistando a gente que no sabe hablar para gente que no sabe leer” y "Escribir sobre música es como bailar sobre arquitectura". Aunque tampoco hay que tomárselas muy a pecho, si no no estaríamos aquí con Caballero Reynaldo, hablando de él y sus canciones. "Insisto que de Zappa yo solo me tomo en serio su música. De todas formas aquí en realidad no hemos hablado de música, casi nada en absoluto. Si fuera así me estarías preguntando todo el rato por qué me he llevado 'Muffin Man' al reggae, o si 'Dinah Moe-Humm' y 'María Asunción' están en la misma clave, o cual de las dos cantantes que aparecen en el disco (Rebeca Ibáñez y Maria Tamarit) tiene más registro tonal... y cosas así". Touché.