Anahita / Tourmaline

Helena Espvall.
Portada de 'Tourmaline'.

Este es un disco muy especial. Como toda obra con enjundia que se precie necesita que el oyente forme parte activa, y que se cree un diálogo en el que los interrogantes libren exaltadas batallas simbólicas. El Arte, así en mayúsculas, es aquel que nos hace despojarnos de nuestras máscaras, y es aquello que reformula los significados.

Hay discos que, efectivamente, te desestabilizan. Y lo hacen por interpelarte como agente productor semiótico, y sobre todo porque en ellos se concentran cantidades ingentes de belleza. Este es el que caso del proyecto en común de Tara Burke (Furxasa) y Helena Espvall (Espers). Dos mujeres con un excelente recorrido que estaban predestinadas a encontrarse. Solo ellas podían conjurarse para materializar un pentagrama de belleza feérica, atávica, sobrenatural, y pasional.

Un disco, 'Tourmaline', editado el pasado año por el sello sueco three:four records (francotiradores infalibles: busquen las referencias de Norberto y João Lobo o Eric Chanaux y lloren de placer) que es como adentrarte en mil y una leyendas arcanas y como perder el norte en las profundidades de una noche cerrada. El viento que arrulla los ululantes sonidos de la inaugural 'Catharus' en los que unos cantos de sirena (inmenso registro tonal de Burke) nos hace partícipes de un ritual evocador. El cello de Epsvall nos conduce en volandas en los enseñadores y sórdidos anclajes que sustentan el delirio renacentista de 'Spirea Of Ulmaria'.

Los acordes agrestes (chelo y loops eléctricos) de la épica de 'Mabon' huelen a sangre y a tierra; y se pueden escuchar gritos de dolor, y puedes ver el rojo de la sangre que se desliza por el palpitante corazón de la tierra. Consiguen crear una atmósfera angustiante, saturada, enfermiza. Casi sin aliento. Espectral abismo que se esconde en los silencios de 'Nascent Wings' en una liturgia de mercurio que recuerda a una Diamanda Galás rodeada por un coro de ninfas. Uno, cuando llega al final, 'A Tapestry To Weave', ya siente que forma parte del caos universal. Y no quiero volver a ser un ente racional.